P.
José Ignacio Figueroa: Los mayores, “protagonistas de la pastoral de la
Iglesia”
I Congreso para Ancianos
(zenit – 28 enero 2020).- “Los mayores
son la Iglesia y por tanto son protagonistas de la pastoral de la Iglesia; los
mayores evangelizan, transmiten la fe en la familia, colaboran en miles de
tareas… Los mayores son, por fin —como tantas veces ha destacado el Papa
Francisco—, un pozo inagotable de experiencias y sabiduría que no debemos descartar”,
señala el padre José Ignacio Figueroa en una entrevista concedida a zenit.
José Ignacio Figueroa Seco es sacerdote de la
Diócesis de Alcalá de Henares, en Madrid, y en junio de 2018, fue nombrado
consiliario general del Movimiento de Apostolado Seglar para Mayores y
Jubilados “Vida Ascendente” por la Conferencia Episcopal Española. Es uno de
los participantes en el I Congreso Internacional de Pastoral para las Personas Mayores, titulado “La riqueza de los años”, y ha
intervenido hoy, 28 de enero de 2020, en la rueda de prensa de presentación del
mismo.
Efectivamente, del 29 al 31 de enero de 2020, se
celebrará en el Centro de Congresos Augustinianum de Roma este
primer congreso destinado a reflexionar en torno a las necesidades pastorales
de las personas de mayor edad en la sociedad.
Solicitud del Papa
Este evento, organizado por el Dicasterio para los
Laicos, la Familia y la Vida, surge como respuesta a la solicitud del Papa
Francisco, que ha resaltado en numerosas ocasiones el papel de las personas
mayores en la transmisión de la fe, en el diálogo con los jóvenes y
en la custodia de las raíces de los pueblos.
Frente a la prolongación de la esperanza de vida y
el envejecimiento de la población, el Santo Padre ha reconocido que “la
espiritualidad cristiana ha sido tomada por sorpresa” y que es necesaria “una
renovada reflexión eclesial” sobre la que define como “la bendición de una
larga vida”.
Al mismo tiempo, a estas personas longevas, el
Pontífice les ha pedido ser protagonistas de la labor de la Iglesia y “no tirar
los remos en la barca” porque “a la vejez debemos inventarla”.
Este primer encuentro internacional, dedicado a la
pastoral de las personas mayores, tratará sobre cómo afrontar la cultura del
descarte en este grupo de edad concreto, sobre su rol en la familia y sobre su
peculiar vocación en la Iglesia. En él se reúnen alrededor de 550 expertos y
agentes de pastoral de 60 países de los cinco continentes, que serán recibidos
en audiencia por el Papa el viernes 31 de enero.
A continuación sigue la entrevista completa con el
padre José Ignacio Figueroa.
***
zenit: Las
estadísticas y las previsiones demuestran que la pastoral con personas mayores
marcará la vida de la Iglesia en el futuro, pero, ¿cuál es, desde su
experiencia, el panorama actual dentro de la Iglesia de este grupo de edad?
P. José Ignacio: En primer lugar, creo que no hemos de hablar
de la Iglesia del futuro, sin reconocer que ya, en el presente, los mayores son
protagonistas de la pastoral de la Iglesia en su vida cotidiana. Abrimos cada
día nuestras parroquias y templos de culto y los encontramos llenos de mayores;
son los jubilados los que tienen un enorme protagonismo en tareas como la
asistencia social en las Cáritas parroquiales y diocesanas, colaborando en
tareas de voluntariado; son los que tienen capacidad para colaborar en la
pastoral ordinaria dando catequesis a niños, padres, novios y adultos… Es
decir, los mayores no solo son el futuro de la Iglesia porque estamos inmersos
en sociedades cada vez más envejecidas, sino que ya en la actualidad asumen una
enorme cantidad de tareas eclesiales.
Por otra parte, es preocupante que el progresivo
proceso de secularización que sufre nuestra sociedad, también afecte al mundo
de los mayores. No podemos dar por supuesto que los mayores están evangelizados.
Muchos de ellos lo están y precisamente por eso, después de la jubilación,
cuando disponen de más tiempo libre, colaboran en tareas eclesiales, pero somos
conscientes de que las nuevas generaciones de personas que llegan a la edad de
la jubilación, ya no se han criado en una sociedad donde ser católico era lo
normal y vivir los postulados doctrinales y morales que predica la Iglesia
católica no es lo habitual en ellos. Precisamente de ellos, en cuanto que son
también destinatarios del anuncio de la Salvación ofrecida por Cristo
Resucitado, hemos de preocuparnos especialmente.
zenit: ¿Cómo recibió la idea de la celebración de este I
Congreso?
P. José Ignacio: “Vida Ascendente”, como movimiento de
mayores, llevaba varios años por una parte reclamando a nuestros obispos la
preocupación por estructurar, en las diócesis que conforman la Iglesia que
peregrina en España, una pastoral específica para y de los mayores, donde estos
descubran que la Iglesia está cerca de ellos en un mundo que el Papa Francisco señala
que está inmerso en la cultura del descarte y que cuenta con ellos para ser al
mismo tiempo testigos de la Buena Noticia de Cristo Resucitado.
Por otra parte, en la Comisión Permanente de “Vida
Ascendente” de España había surgido el deseo de compartir con el Santo Padre
nuestras preocupaciones y el deseo de dar visibilidad a ese auténtico ejército
de jubilados con los que puede contar para desde la cotidianidad de la familia
y las comunidades cristianas estar al servicio de la Iglesia.
Pueden entender que, con estas premisas, la noticia
del Congreso ha sido una inyección de alegría y de esperanza para los más de
20.000 mayores que forman parte de “Vida Ascendente”.
zenit: Háblenos sobre el Movimiento “Vida Ascendente” en
España…
P. José Ignacio: Hace ya más de tres décadas que este
movimiento, que nació en las periferias de París en la década de los 50 del
pasado siglo, se fue implantando en España. Desde entonces, “Vida Ascendente”
se ha ido poniendo en marcha en prácticamente todas las diócesis de nuestro
territorio, básicamente teniendo como lugares de encuentro las parroquias, en
pequeños grupos que hacen una lectura orante del Evangelio dominical y que,
mediante unos sencillos guiones de temas formativos relacionados con la
realidad que viven los mayores, comparten experiencias, recuerdos, inquietudes
y esperanzas.
Tres son los pilares que conforman la identidad de
“Vida Ascendente”: la amistad entre los miembros que surge de la común amistad
con Jesucristo; la espiritualidad vivida desde la experiencia de la Palabra
compartida y meditada; y el apostolado vivido desde el corazón del movimiento y
al servicio de la Iglesia, a la que como miembros y como institución tratamos
de servir con fidelidad.
Desde hace unos pocos años, también porque la
realidad social de los mayores va cambiando, han empezado a surgir grupos de
“Vida Ascendente” en residencias de mayores. Bien porque miembros de “Vida
Ascendente” que han conocido el movimiento en sus parroquias han pasado a ser
residentes y han puesto en marcha allí grupos del movimiento, o bien porque el
propio movimiento se ha puesto a disposición de la residencia para implantar
allí nuevos grupos. En la actualidad estamos ahondando en esta realidad y
empezando a formar animadores de esos grupos teniendo en cuenta su situación
específica.
zenit: ¿Cómo se ha preparado este congreso desde el
movimiento?
P. José Ignacio: Por tratarse del primer congreso que se
organiza, sencillamente nos hemos puesto al servicio de la organización —el
Departamento de Mayores del Dicasterio de los Laicos, la Familia y la Vida—
para cuanto fuese necesario y estuviese en nuestra mano. De hecho, la
presidenta de “Vida Ascendente Internacional” (Vie Montante International),
Monique Bodhuin, impartirá una preciosa ponencia sobre el acompañamiento
espiritual a los mayores y yo mismo participo en la rueda de prensa —meeting
point— de lanzamiento del congreso.
Por otra parte, hemos hecho un enorme esfuerzo de
difusión de esta hermosa iniciativa vaticana para que “Vida Ascendente” en
España no se perdiese esta oportunidad, de modo que participamos setenta
personas de diversas diócesis de nuestro país que después trataremos de
difundir lo que vivamos estos días en Roma.
zenit: ¿Cuáles son las expectativas con respecto a esta
primera experiencia?
P. José Ignacio: Sobre todo creo que podríamos resumir en dos
palabras el ánimo que traemos los que hemos tenido la suerte de vivir en
primera persona este evento: visibilización y difusión.
Se trata en primer lugar de hacer visibles no solo
a esos millones de mayores que sufren la aludida cultura del descarte —los que
están solos, los que tienen que sostener con su frágiles pensiones de
jubilación a sus hijos y nietos, los que son utilizados y en ocasiones
maltratados por sus propias familias, los que son ignorados por pertenecer a
una generación que no piensa igual, etc. —. Hemos de poner en valor también a
todos esos mayores que son transmisores de la fe en la familia, colaboradores y
voluntarios en múltiples tareas eclesiales, animadores de otros mayores que se
vienen abajo en su nueva situación de jubilación…
En segundo lugar hemos de difundir el interés de la
Iglesia por ir poniendo en marcha una pastoral del mayor, en la que los que van
por delante de nosotros en la carrera de la vida, no solo son destinatarios de
nuestra acción pastoral. Naturalmente, cuando un anciano está solo hay que
acompañarle, y cuando está enfermo hay que atenderle y cuando necesita del
sosiego de los sacramentos hay que hacérselos llegar.
Pero los mayores no solo necesitan de la Iglesia.
Los mayores son la Iglesia y por tanto son protagonistas de la pastoral de la
Iglesia; los mayores evangelizan, transmiten la fe en la familia, colaboran en
miles de tareas… Los mayores son, por fin —como tantas veces ha destacado el Papa
Francisco—, un pozo inagotable de experiencias y sabiduría que no debemos
descartar.
zenit: El
Papa ha señalado en varias ocasiones que es necesaria una “alianza” entre
jóvenes y personas mayores, que se necesitan “abuelos soñadores” que ofrezcan
“visiones” a la juventud para que estos tengan esperanza en el futuro, ¿Cómo
cree que puede lograrse esta unión entre generaciones?
P. José Ignacio: Precisamente ahondando en esta clave de
visibilización, la Iglesia tiene mucho que aportar en este sentido y es muy
hermoso que el Santo Padre, al crear este nuevo Dicasterio para los Laicos, la
Familia y la Vida, haya querido que el mundo de los mayores no se desligara del
de la familia.
Parece que la familia a menudo se reduce, en el
mejor de los casos, a padres e hijos, pero los abuelos tienen cada vez más un
papel fundamental en la educación y transmisión de la fe en la familia. Una
auténtica pastoral familiar no puede estar al margen de la pastoral del mayor.
zenit: ¿Qué puede hacer la comunidad católica en general
por los mayores?
P. José Ignacio: La intención del Santo Padre es que en todos
los estamentos de la Iglesia —conferencias episcopales, diócesis y parroquias—
se vayan creando departamentos de Pastoral del Mayor y, desde la humilde
experiencia de este Movimiento, “Vida Ascendente” puede ser —y está dispuesta a
hacerlo sin buscar el más mínimo protagonismo— un buen apoyo para acompañar a
los mayores en su carrera hacia la meta.
About Larissa I. López
Autora de la nota: Larissa I. López es licenciada
en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de
la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU
San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito
de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con
medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte,
ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En
estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes
sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en
Sevilla, Madrid y Roma.
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