Evangelización
con los mayores, intergeneracionalidad y multiculturalidad
Apuntes
desde Colombia
Aportes al
9o. Encuentro Internacional de Vida Ascendente en Santo Domingo, República Dominicana,
Noviembre 18-24, 2018.
Clemencia
O. Rodríguez G.
Jairo A.
Morales Cruz
Bogotá,
D.C., Colombia
Noviembre
de 2018.
Introducción
Vida Ascendente desde su Comité
Internacional organizó el 9º Encuentro Internacional de VMI que se realizó en
SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA, del 19 al 23 de noviembre de 2018 con el tema “Las personas mayores, actores de
la evangelización en una sociedad multigeneracional y multicultural”.
Los apuntes que aquí se presentan
tienen el objeto de ofrecer desde Colombia algunas ideas relacionadas con el
tema del 9º Encuentro de VMI y de que puedan servir pedagógica y didácticamente
en los grupos de mayores en Vida Ascendente que los consideren convenientes en
sus tareas cotidianas de evangelización y promoción de la amistad, el
apostolado y la espiritualidad, dentro de una sociedad para todas las edades. A
los animadores se pide preparar apartes del Evangelio pertinentes a cada tema,
y de manera lúdica obtener unas conclusiones en cada grupo.
La importancia del tema es
evidente, más en tiempos de la globalización, que por una parte, puede inducir
uniformidades en el pensamiento, en las modas y costumbres, en la vida de los
pueblos, deteriorando cada vez más la cultura local y regional, de manera que
en una espiral que se estira hacia un solo plano pueden decaer y desaparecer,
lo que sería algo muy trágico para la humanidad, muchísimo más que la
destrucción de la Antigua Biblioteca de Alejandría,
que para algunos albergó más de 900.000 escritos hacia el siglo III a de C,
todo un patrimonio cultural de la humanidad y diverso para la época, si se
tiene en cuenta el criterio de que
ilumine el Saber del mundo entero, en su afán de mezclar todas las creencias religiosas, el saber
universal y las razas.
La vida de las especies sobre la
tierra depende de elementos o sistemas genéticos, ambientales, culturales y
espirituales. Sin embargo, etnias,
ecosistemas, lenguas, historias, saberes ancestrales van desapareciendo
vertiginosamente. El ritmo mayor de mayor depredación se ha dado a partir de la
industrialización; con el agravante de que el progreso arrasador no ha culminado
en desarrollo para todos; en consecuencia, cada vez contamos con menos recursos naturales
y más contaminación, más pobreza y guerras más sofisticadas con carreras
armamentistas motivadas por la apropiación de los recursos estratégicos del
planeta, más que por el bienestar de las naciones.
Los mayores tenemos muchísima
responsabilidad en tal estado de cosas, por acción o por omisión; la herencia que
dejamos no es sostenible. La tierra podrá recomponerse pero el género humano y las
demás especies del planeta corren grave peligro de extinción. Viejos y jóvenes
deben cultivar la sabiduría y la espiritualidad que promuevan estilos de vida activos
y saludables, cuidadosos de la biodiversidad y de la multiculturalidad. Tal es el desafío que no puede afrontarse
unilateralmente, con la evangelización que nos enseña el cuidado de lo humano y
de su entorno, nos sabemos bien acompañados: ¡Dios nos bendice!
Vivir, una aventura maravillosa
No hay mejor
edad que la actual, la que se ejerce. No vale la pena vivir con nostalgia y
melancolía. Lo que fue ha valido la pena hasta el punto de ser una trayectoria
única e irrepetible; Confieso que he vivido, diría Pablo Neruda, o A mi manera, cantaría Frank Sinatra. Vivir,
en todos los casos, es una aventura espectacular; llena de momentos y circunstancias
que van pasando a lo largo de la experiencia vital y se suceden en etapas más o
menos definidas, desde la concepción hasta el final del trayecto terrenal en el
que se encuentran desafíos y oportunidades de realizar tantas cosas y cuya
experiencia podremos conmemorar, recordar, volver a poner en el corazón; son
situaciones de todos los colores, una combinación de muchos sentimientos y pensamientos.
Toda una aventura maravillosa.
Con algo de escepticismo
el escritor Jorge Luis Borges, consideraba escasas las situaciones de
felicidad, pero del todo apasionante una vida en la búsqueda de los paraísos
perdidos como identificándose con los versos de Machado cantados por Joan
Manuel Serrat cuando dicen:
Caminante no
hay camino, se hace camino al andar.
También advierten que,
al volver la vista
atrás, se ve la senda que nunca se va a volver a pisar, y, en las rutas del
navegante, el pasado del marinero es solo estelas en el mar, las huellas que
quedan de nuestro andar.
Todos caminamos por
distintos caminos, y al culminar cada trayecto, aparecen nuevos horizontes,
realidades siempre inacabadas, como el hombre mismo. De ahí la necesidad de
conocer con atención, de mirar con asombro, con gratitud y con amor en todas
las direcciones; hacia el Creador y su creación, hacia los próximos y los
lejanos, hacia nuestra propia historia, personal y social, como miembros de un
conjunto biodiverso, heterogéneo, de recorridos distintos que convergen en una
salida: para unos, definitiva, con la muerte, y, para otros, hacia la vida
eterna, el cielo prometido. Los primeros ponen énfasis en la razón y son
pragmáticos, y los segundos en la fe, fundamento de esperanza. La gran síntesis
de la encíclica de san Juan Pablo II
Fides
et Ratio, consiste en descubrir que fe y razón son dos formas de conocer,
dos alas que se complementan en el vuelo del espíritu para aprehender la
verdad, que nos hace libres.
Los caminos
de la vida, ejercicio de multiculturalidad
(Lectura,
taller en grupos)
Personas de
todas partes del mundo suben por distintos lados una montaña que contiene los
caminos de la vida. Traen no solo su vestimenta y folclor propios sino también
toda una memoria genética, familiar, vecinal y comunitaria muy propias. Todos
orgullosos de su vida y de su región; de sus costumbres para el trato con los
demás y para cultivar y pescar los
alimentos como también sus distintas formas de cocinarlos, compartirlos y
celebrar.
Suben también
las víctimas del conflicto social, y también sus victimarios, los desplazados y
los alzados en armas, los trabajadores y los empresarios, los honestos y los
corruptos, los ateos y los religiosos, los filósofos y los pragmáticos, los
siervos y los señores feudales, los vendedores de votos y los politiqueros, los
ciudadanos y los burócratas, los contribuyentes y los que viven de la hacienda
pública, los ignorantes y los sabiondos, los humildes y los petulantes, los
modestos y los soberbios, los jóvenes y los ancianos... Todos buscando, y
algunos logrando, mejorar su vida y la de sus personas cercanas.
No todos son
conscientes de que hasta ahora los caminantes anteriores han mantenido rutas
injustas, que enredan los caminos, sin oportunidades para todos, en condiciones
muy difíciles para las mayorías.
Sin embargo,
creen algunos que el hecho de que la las normas internacionales promuevan los
derechos humanos y el estado social y democrático de derecho, con derechos
fundamentales, económicos, sociales y culturales, colectivos y del medio
ambiente, una humanidad que se reconoce como sociedad multiétnica y
pluricultural, hay esperanza de que estos ideales se conviertan en realidad.
Cada cual va
haciendo su camino y poco a poco también reconociendo el de los demás.
Advierten que si no escuchan, tampoco tendrá mucha probabilidad de que también
lo escuchen. Dialogan y a veces pelean, perdonan y a veces quieren
reconciliarse.
Cada uno al
asomarse al camino del otro puede notar la suma de pensamientos, sensaciones,
memorias, recursos que pueden compartir en equipo, pero también puede ver la
resta de cargas personales y sociales negativas y aun violentas que desvían a
los escaladores.
Al culminar la
montaña, extenuados pero felices, pueden conseguir la paz, destacando la
diferencia que enriquece; mirando para abajo sintieron con dolor el tiempo perdido
y las vidas desperdiciadas por no haber escuchado antes, por no haber aprendido
de y enseñado a los demás la propia dignidad y valía tan importantes para
todos.
Los viajeros
escaladores de la montaña saben que su recorrido para ser más provechoso ha debido
contar con la preparación debida, ojalá rigurosa, como quien se dirige al otro
lado del mundo e investiga contactos, sus paisajes, su cultura; no quiere que
se le escapen aspectos importantes para conocerlos, y reconocer en la humanidad
de sus anfitriones compañeros de viaje que miran la realidad de otra manera,
artesanos de civilizaciones distintas. Consideran una necesidad la inculturación
o diálogo crítico y fraterno para la convivencia y la paz, la base del
patrimonio cultural de la humanidad.
Desde la cumbre los
viajeros vieron, con satisfacción y esperanza de vida buena y feliz, con
oportunidades para todos, otras cumbres galácticas para escalar.
Conciencia
de la vida en los ecosistemas
La creación sigue, en
general, el mandato bíblico creced y multiplicaos, hoy discernido en
armonía con el medio ambiente, con responsabilidad de preservar la
biodiversidad y los distintos ecosistemas de manera que no se abuse de ellos
por parte del mayor depredador de los mismos, el hombre mismo, pues la función
social de los recursos legitima toda una visión de bien común, lo que conviene
a todos, incluso a las demás formas de vida en la naturaleza.
Los ecosistemas nos presentan
enseñanzas de conocimientos básicos para la vida. La semilla tiene en su
memoria, en sus células, el modo de crecer, desarrollarse y, a través de su
existencia prestar un servicio a los demás, ofreciendo su ser, sus raíces, su
tronco, sus ramas, sus hojas y sus frutos con sus nuevas semillas. El bosque
como ecosistema no es sólo flora, sino también fauna, ciclos del agua y todo
relacionado con todo, de manera que una vez que se arrasa con el bosque, a
pesar de que se siembren nuevos árboles, jamás se recuperará en su integridad el
ecosistema porque se extinguieron las demás especies del ecosistema destruido.
Con todo, lentamente vamos
tomando conciencia de las tragedias ambientales, como actos gravísimos contra
la vida en el planeta. Sobre todo los jóvenes cada vez más exigen que las
empresas cuenten con prácticas medioambientales y socialmente responsables;
cero emisiones contaminantes, cero trabajo infantil o mal pago. Afortunadamente
va creciendo la conciencia de la ética en los negocios; la promoción de
construcción de sociedad y no de destrucción; el respeto a la vida digna y
sustentable por encima de la cultura de la muerte con su consumismo desechable,
guerras por recursos y mercados, corrupción y contaminación ambiental.
Y se van consolidando nuevas
líneas de doctrina y jurisprudencia señalando la importancia de un desarrollo
sostenible, que no arrasa con los recursos naturales en nombre del progreso;
crece la conciencia de que además del hombre también tienen derechos los
animales, el río, el bosque, la selva, en fin, el conjunto de ciclos naturales
que mantienen la vida en la tierra.
La protección de los ecosistemas
es una herencia cultural y religiosa franciscana:
así se verifica en la Carta Encíclica del papa
Francisco
Laudato Si: «Alabado seas,
mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba
que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la
existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado
seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y
gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba».
El ciclo
vital, raíces y trascendencia
Las personas tienen su propio
ciclo vital, que a menudo se reduce diciendo que ellas nacen, crecen, se
reproducen y mueren. Un individuo distinto, una persona, se concibe en el útero
materno donde el espíritu creador origina una vida nueva; cada cual desarrolla
su propia vida con el apoyo de su familia y de la sociedad; juega y se
divierte, estudia, aprende, trabaja, da buen o mal ejemplo, busca, investiga,
enseña, se alegra o entristece, sufre, se esfuerza y tiene sus logros y sus
fracasos, cuida, descuida, conoce, discierne, es feliz y ayuda a ser felices a
los demás.
Ha sido común considerar como
edad de oro el período juvenil, por ser el auge de la belleza y de la capacidad
de producción; se considera la edad de proyección y consolidación, de triunfos
y de éxitos. En realidad, todas las edades ofrecen distintas posibilidades de
vida buena y bella. Y cada cual puede recordar hitos, acontecimientos que han
marcado su historia y sus etapas de niñez, adolescencia, adultez y vejez.
La vida está llena de
acontecimientos importantes, y apenas nos fijamos en unos pocos; por eso
aprendemos distinto a otros, hemos dedicado, por diferentes circunstancias, otra
atención, otro enfoque, otra vocación.
La transmisión de la vida sigue
su curso, en todos sus aspectos, tanto biológicos, espirituales, sociales,
económicos, y culturales. Ocurren períodos buenos y no tan buenos en la vida
personal como en la de nuestras sociedades, en los que se presentan avances,
progresos, éxitos, alegrías, y también fracasos, caídas, baches, tropiezos,
tristezas. Todas las circunstancias hacen grata o difícil la vida. El camino no
promete solo momentos felices, un mar en
calma no hace al marinero experto.
De todo eso se trata la vida, una
realidad multiforme, variopinta, que se desarrolla distinto en todos los
lugares. Las tradiciones y culturas locales enriquecen la cultura mundial y se
nutren, por otra parte, de la globalización con sus aportes valiosos de otras
tradiciones y culturas, pero también de fuerzas que tienden a la
estandarización, a la homogeneización, al consumo desaforado, al hedonismo. Un
constante ir y venir, pendular, ascendente y descendente.
Durante toda su vida el ser
humano va envejeciendo y renovándose, todos los días; cada día es un milagro,
una maravilla. Es el sentido de la afirmación de que la vida consiste en
alargar la juventud durante el mayor tiempo posible.
De acuerdo con la herencia
genética y los cuidados en la salud integral que ha llevado, llega un momento
en el que la vida material se extingue, muere. En realidad no muere sino en su
aspecto físico, porque continúa en espíritu su camino ascendente hacia su
destino celestial.
Una vida encuentra fulgores de
plenitud con una vocación de servicio, una misión noble del día a día, de toda
una vida, que puede elevarse incluso heroicamente, sacrificando la propia vida y
mejorar, transformar el propio entorno y el mundo, para que haya mejor nivel y
calidad de vida, o sea, vida en
abundancia.
Y en cada lugar de la tierra puede
encontrarse lo mejor; por ejemplo, Herencia de Timbiquí, una agrupación musical
colombiana proclama
Qué bueno es vivir en
el Pacífico,
se vive lo natural y se disfruta lo mágico…
Cada cual puede resaltar sus
raíces y cultura por medio de una canción, un poema, una pintura, sus valores
autóctonos; saber y amar de dónde se viene, para saber vivir lo cotidiano con
gratitud, con afecto, y proyectar y realizar lo mejor posible, hacia lo
trascendente.
El marinero parte de un puerto y
busca a través del mar proceloso su puerto seguro o utopía, lo anima el
Evangelio de Jesucristo con sus principios y valores.
Ejercicio
intergeneracional
(Ver
también Taller Abuelas y nietos, pág. 29)
Muy interesantes
resultan los diálogos y tertulias donde se comparten esos hitos, entre jóvenes
y viejos, de modo que se tome conciencia más directa que a través de los medios
de comunicación, sobre lo que pasó y sobre lo que está pasando, no como un mero
registro o ejercicio de la memoria sino de verdadera comprensión de la historia
y de la cultura de las personas y de los pueblos.
Una carta, un
retrato, una reliquia, un pensamiento, un acontecimiento, una experiencia
significativa para los abuelos pueden dar inicio a un viaje pedagógico
intergeneracional, psicológico, social, histórico y cultural. Toda una
aventura, llena de emociones y sentimientos, de contextos y distintas
perspectivas y actuaciones. Una sociedad para todas las edades.
Lo que pasó:
muchas veces se verifica que la historia “oficial” no es como nos la han
contado. ¿No podría ser más fiable que nos la cuenten los parientes o los
amigos mayores? Seguramente no tendrán el rigor y las técnicas de la historia,
pero tendremos a la mano, en directo, una fuente primaria de los hechos, cuyo
relato puede ser discernido y comparado con las otras versiones. Son
sorprendentes los resultados.
Lo que está
pasando: son frecuentes las controversias entre adultos, mayores y jóvenes en
torno a las noticias cotidianas. Así como la persona va haciendo camino al
andar, la opinión publicada, la ofrecida por los medios de comunicación, ha ido
modelando la opinión pública, muchas veces sin advertir que detrás hay
intereses de toda clase interesados en desinformar. Pues el debate crítico entre
personas de distintas generaciones favorece el análisis en el transcurso del
tiempo, yendo a las raíces de las noticias. Y a contrario sensu la comprensión de lo nuevo desde la perspectiva
de los jóvenes favorece la actualización de los viejos, y entonces los
encontramos amigables con las nuevas tecnologías de la información y de la
comunicación, viejos abiertos a los nuevos signos de los tiempos, con lo que se
facilita la gestión del conocimiento que podría perderse y a la vez se emplean
los nuevos medios para la evangelización.
Después, el
ejercicio intergeneracional puede incluir la inversión de roles, abuelos en el
papel de nietos y nietos en el papel de abuelos, lo que, además de divertido,
promueve la empatía y la comprensión de tantas situaciones aun difíciles de la
vida cotidiana, como la soledad no deseada, problemas de salud, de memoria, de
dinero, de manejo emocional, de conocimiento de sí mismo y de los demás, los
fracasos, los éxitos, las tristezas y las alegrías, el trabajo, la desocupación,
y tantas cosas que, si no se expresan, no se conocen sino en el marco de una
situación concreta.
Transición
y bono demográfico
El mundo cambia en todas partes y
a ritmos diferentes. Antes del fenómeno de la globalización, no
percibíamos los fenómenos de crecimiento
o disminución de la población en distintas épocas con referencia a sus
políticas de población.
No siempre el envejecimiento fue
un problema; al contrario, en comunidades ancestrales ha constituido una
ventaja importante. En
las culturas antiguas
se cultiva la dignidad y el respeto por las personas mayores, de manera que las
nuevas generaciones pueden aprovechar la sabiduría y el consejo que les pueden
ofrecer. Para nuestros mayores indígenas,
“Un anciano representa en las comunidades
indígenas la sabiduría comunitaria, los valores, la ética, la sencillez y ser
anciano en una comunidad indígena, es sinónimo de servicio al pueblo, de estar
activo en la toma de decisiones, de administrar el territorio, de decidir de
manera colegiada el aprovechamiento de los recursos de su territorio. Los
ancianos además cumplen en la comunidad el papel de curanderos, de sanador,
cantador, músico, láudelo, artista,
guía, portador del conocimiento material e inmaterial. Son también quienes
guardan en su memoria la identidad del pueblo.”
En vez de legislar para una
sociedad de todas las edades, en aras del mejor nivel de vida digno,
se tiende a desaprovechar el potencial de los viejos, como portadores de
experiencia y sabiduría, de prudencia y consejo. Una gestión del conocimiento
en las empresas tiende a no desaprovechar las cualidades de los mayores. Una
comunidad familiar o parroquial, aun los pueblos y naciones, no pueden perder
la memoria: árbol que pierde sus raíces, se marchita y muere.
En las políticas públicas, se
considera población activa la que tiene capacidad de producir conforme al
modelo pragmático; así, entonces, solo se produciría en la juventud y adultez o
segunda edad. Por sustracción, la población inactiva, la constituirían los que
están en la niñez, la vejez o en la enfermedad que les impida trabajar. Estos
son los parámetros de los diseñadores de políticas públicas tradicionales y
economicistas. Entre menos dependientes tenga una sociedad, mejor sería su bono
demográfico, sus posibilidades de desarrollo, porque el potencial de su
población económicamente activa así lo auguraría.
En medio de las grandes guerras
las potencias estimulaban o al menos no restringieron la natalidad; claro, su
población activa disminuía a punto de que en momentos críticos llamaron a las
armas a adolescentes y viejos.
Con el auge de la sociedad
industrial, la mano de obra era importante en los procesos productivos y
entonces el crecimiento de la población no fue un problema. Es más, de acuerdo
con la crítica marxista, a los industriales y al capitalismo en general le era
ventajoso que se mantuviera cierta superpoblación de dónde obtener sus obreros,
de modo que, siendo muchos, su salario representara un valor menor al de los
demás recursos, con el objeto de aumentar las utilidades.
Con Malthus se comenzó a advertir
que el crecimiento de la población podría considerarse causa de pauperización y
hasta una amenaza para la supervivencia de la humanidad; crecía supuestamente
más que los alimentos necesarios para mantenerla. Se diseñaron los controles de
natalidad, a partir de anticonceptivos, esterilizaciones y el aborto; también
pensaron las guerras y las epidemias como medios de control del crecimiento
poblacional. En relación con los mayores, autoridades afines a esta forma de
pensar velada o directamente están a favor de la eutanasia, frente al “riesgo
de que la gente viva más de lo esperado”.
Detrás de todas estas formas de
pensar frecuentemente hay manipulación interesada. Basta con averiguar por
dónde fluye el dinero y si sirve al bien común. Se notan sin desparpajo
lobistas en la creación, supervisión y control de las leyes que sobornan a
políticos y autoridades para obtener mayores utilidades sin responsabilidad
social ni ecológica.
Por su importancia local y latinoamericana,
que advierte sobre la velocidad de nuestra transición demográfica, extractamos
textualmente del periódico de la Universidad Nacional de Colombia, apartes del
escrito reciente de la Prof. Piedad Urdinola, PhD.:
En Colombia ha
sido muy rápida la transición demográfica, es decir el paso de altas tasas de
fecundidad y altas de mortalidad a bajas tasas mortalidad y de fecundidad. En
Europa Occidental ese proceso tomó 200 años, mientras que en Colombia solo 20,
es decir casi el mismo tiempo que la transición demográfica más breve del
mundo, que fue la de Irán, que tardó 15 años. Otros países de América Latina
también vivieron rápidamente esa transición, pero igual fue un proceso de entre
5 y 15 años más largo que el de nuestro país.
Uno de los
resultados de esta transición demográfica es que, entonces, contamos con más
gente viviendo mayores edades. Nuestra estructura poblacional, como se veía
desde 2005, ya no tiene forma de pirámide sino de diamante, porque la mayor
parte de la población está en las edades productivas, con mayor proporción
entre los 15 y 35 años.
Otro de los
efectos de la transición demográfica es la caída de la fecundidad. Desde 2015
Colombia tiene tasas de fecundidad por debajo de la de reemplazo. Precisamente
por eso es posible que la proyección que hizo el DANE en 2005 no haya tenido en
cuenta esta reducción de la tasa de fecundidad. Y quizá esa es una de las
cuestiones que explica que seamos un poco menos de 50 millones, en una cifra
que según el director del DANE está entre los 47 y 48,5 millones.
De otro lado,
Colombia tiene una particularidad, resultado del conflicto armado, que se
refleja en las altas tasas de homicidios que tuvimos a finales de los ochenta y
los noventa del siglo pasado. A esa situación debe añadirse el incremento
reciente en accidentes de tránsito. La muerte ocasionada por ambas causas de
mortalidad entre los jóvenes de 20 a 30 años hizo que perdiéramos la ganancia
que tuvimos por la transición demográfica, y por lo tanto retrocediéramos a los
niveles de mortalidad que se tenían 30 años atrás para esas edades.
Un tercer
punto que teníamos pendiente por conocer era si el proceso de urbanización iba
a llevar a que tuviéramos el 90 o el 80 % de la población habitando las
ciudades. Llegamos a niveles por encima del 80 %.
Ese fenómeno
se dio en paralelo a lo que podríamos llamar la “latinoamericanización” del
país; es decir que antes la población en Colombia estaba distribuida en otras
ciudades de tamaño importante fuera de la capital del país y hoy –como en el
resto de los países de la región– la capital concentra casi el 20 % de la
población nacional. De hecho Bogotá se ha convertido en una de las ciudades más
densamente pobladas del planeta.
…estamos
viviendo eso que muchos llaman un “bono demográfico”, que no es otra cosa que
la proporción de los que están en edades productivas hoy es mayor de los que
son dependientes, niños, adolescentes y adultos mayores. Sin embargo esto
cambiará en cerca de dos décadas y no se ha tomado conciencia de la importancia
de aprovechar este bono demográfico que da un impulso al crecimiento económico
y que se está desperdiciando mientras los trabajadores jóvenes no hagan sus
aportes para la pensión en la vejez.
… estamos en
pleno bono demográfico, pero necesitamos que la gente tenga trabajos formales y
que ahorre para su pensión para no desaprovecharlo, lo mismo que el bono de
género, pues las mujeres tienen mayores años promedio de educación que los
hombres, pero como no existe una política en cuidado de la primera infancia,
las mujeres tienen dificultades para trabajar. Si se liberara el tiempo para
poder a trabajar, tendríamos un espacio para que más personas estuvieran
cotizando, ahorrando e impulsando la economía.
La transición
no empezó ayer. Por eso, aprovechamos el bono demográfico o lo desaprovechamos
y ponemos en riesgo buena parte de nuestro futuro económico y social. No hay
más opción.
De vuelta a la tierra: La n descendente
Uno preguntaba a otro como cuándo
se daba uno cuenta que llegó a viejo; el otro le dice: -siga derecho, derecho,
que cuando se tuerza ya llegó…
El envejecimiento humano es el
proceso mediante el cual los seres nos hacemos más viejos con el paso del
tiempo, desde nuestra concepción y hasta la culminación de la vida terrenal.
Algunos dicen que envejecemos a partir de cierta edad: 50, 60, 70… o que hay
viejos de 20 y jóvenes de 70 años, refiriéndose a la actitud o forma de actuar
en sus respectivas circunstancias.
Otros de forma jocosa dicen que
una forma de saber si estás viejo es caerte en la calle: si la gente se ríe,
todavía estás joven; si la gente corre a ayudarte, es que estás viejo.
Unos envejecen relativamente bien
y otros menos bien, muy desmejorados en su salud, en su manejo emocional y en
su espíritu. En uno y otro sentido el viaje por la vida es de aprendizajes de
experiencias propias y de su entorno social.
Para unos, el proceso de
envejecimiento
conlleva
un viaje en forma de
n, el cual en su primer trayecto ascendente se
empodera, en el segundo atraviesa la mediana edad y se consolida pero en una
tercera sufre decaimiento
o decrepitud,
soledad negativa, con lo que llega a una etapa de vejez
triste y amarga. Y el final es la muerte, se vuelve a la tierra y punto, no hay
nada más.
Con el prof. Carlos Trejos
Maturana, podemos citar el texto más antiguo conocido de un viejo
autoanalizándose. Se trata de un escriba egipcio, Ptah-Hotep, visir del faraón
Tzezi de la dinastía V, por tanto redactado hacia el año 2450 antes de J.C., el
cual dice: "¡Qué penoso es el fin de un viejo! Se va debilitando cada día;
su vista disminuye, sus oídos se vuelven sordos; su fuerza declina, su corazón
ya no descansa; su boca se vuelve silenciosa y no habla. Sus facultades
intelectuales disminuyen y le resulta imposible acordarse hoy de lo que sucedió
ayer. Todos los huesos están doloridos. Las ocupaciones a las que se abandonaba
no hace mucho con placer, sólo las realiza con dificultad, y el sentido del
gusto desaparece. La vejez es la peor de las desgracias que puede afligir a un
hombre".
Dicha visión pesimista y dolorosa
acompaña la vida de muchísimas personas en el planeta, y entonces en la
familia, en la sociedad y en el Estado prima el pragmatismo, de modo que hay
que ser prácticos, hasta el punto de no considerar principios ni valores como
la dignidad de las personas.
De regreso
al cielo: La U ascendente
Hay personas que
llevan su proceso de envejecimiento de manera saludable y con esperanza. Son jóvenes
y viejos alegres y activos, no aislados, que saben que con su experiencia y
sabiduría contribuyen a mejorar el mundo con aportes muy valiosos y donde los
entornos familiar, social y estatal favorecen su bienestar.
Aun atravesando
por el decaimiento o la depresión, todo en la vida sirve de lección, todo trae
una oportunidad de mejora; bastan el sentido del asombro, de atención y
concentración capaz de reconocer que nada es desechable, que todo es
aprovechable para la formación y construcción de una vida plena.
El transcurso de
la vida es como el viaje del guerrero del espíritu, en forma de U,
que por lo general, en la primera edad
profundiza adaptándose, en una segunda atraviesa consolidándose y en una
tercera asciende y se proyecta cada vez con mayor plenitud.
Es muy
recomendable en la familia y en la educación estudiar biografías, hacer árboles
genealógicos; las historias de los mayores guardan tesoros, volver a las
raíces, para recordar en grupo (volver a poner en el corazón) situaciones
memorables. Se pueden descubrir héroes en la vida cotidiana, cercanos a
nosotros, y lejanos pero no menos interesantes, en las distintas culturas. La
literatura abunda en historias de humanidad y de santidad.
Una bonita
actividad de los mayores es saber orientar dentro del océano de información que
tenemos, líneas de lectura pertinentes y atractivas según la vocación de cada
menor o adulto que busque su consejo. Aprender todos, de manera que la vida
pueda ser satisfactoria en cada etapa; de sus cosas buenas y también de sus
cosas no tan buenas, de sus logros y fracasos.
Pastoral de
conjunto
Para nosotros ha sido un
privilegio la oportunidad de continuar la colaboración tradicional de varias
décadas entre Vida Ascendente y el Consejo Episcopal Latinoamericano, organismo
de la Iglesia Católica de servicio a las Conferencias Episcopales con sede en
Bogotá, participando en eventos y reuniones, en publicaciones y ponencias a las
que hemos sido invitados.
Entre el 1° y el 5 de mayo de
2017 participamos con la ponencia inaugural del III Encuentro de Pastoral del
Adulto Mayor del CELAM. Sacamos los siguientes apartes de las conclusiones de
tal Encuentro Latinoamericano y Caribeño, por su importancia dentro de la
pastoral de conjunto:
«Nos reunimos con
el fin de promover su integración en la misión pastoral, promover la atención
integral, y acompañamiento del Adulto Mayor en esta etapa privilegiada de la
vida; vemos en ellos que son “los valores de la memoria colectiva y por eso son
intérpretes privilegiados del conjunto de ideales y valores comunes que rigen y
guían la convivencia social…” Así como
también sus carismas propios que son la gratuidad, la memoria, la experiencia,
la interdependencia.
«Consideramos
que es necesario dar una mayor atención desde la Iglesia y promover su
participación en la comunidad para que sean misioneros de Iglesia en salida,
impulsar el intercambio generacional, favoreciendo espacios, y condiciones
dignas para que la herencia cultural y de fe que nos acompaña sea preservada
por las nuevas generaciones.
«El incremento
de la población de adultos mayores nos interpela a una mayor atención de los
problemas que surgen a nivel social como la marginación, la indiferencia, la
falta de motivación para optimizar su tiempo libre, prevención y asistencia en
la salud a los que han perdido fuerza o capacidad mental, las carencias
económicas, generadas ya sea por escasos e inexistentes recursos para vivir con
dignidad.»
En
nuestros recientes Encuentros de Vida Ascendente de Países Andinos y en
el Latinoamericano y Caribeño, que tuvimos del 31 OCT al 5 de NOV de 2017 en
Chinauta (Fusagasugá-Colombia), contamos con la dirección litúrgica y
presidencia de eucaristías, y con la conferencia sobre pastoral de los mayores
en América Latina y el Caribe, por parte del padre Antonio Velásquez,
Secretario Ejecutivo del Departamento de Vida, Familia y Juventud del CELAM,
por lo que le estamos muy agradecidos.
Igualmente, Vida Ascendente tiene
el privilegio de contar con el Consiliario, sacerdote consejero y guía
espiritual del Movimiento, y con el apoyo de los Obispos de las Diócesis donde
tenemos actividades. Transcribimos aquí su breve y sustancial mensaje al 9°
Encuentro Internacional de Santo Domingo:
«Como
Consiliario del Movimiento Vida ascendente en Bogotá Colombia, envío un saludo
muy cordial a todos los participantes en el 9° Encuentro Internacional de Vida
ascendente que se reúne en Santo Domingo y
les deseo un encuentro muy fructuoso y fraternal.
«El incremento
cada vez más acelerado del mundo de los que pertenecemos a la tercera edad nos
impulsa a dedicarnos con gran generosidad y entusiasmo a realizar nuestros
sueños: que nosotros, los “viejitos” logremos vivir estos últimos años que nos
quedan en grupos de amistad donde nos comprendamos, dialoguemos, nos apoyemos
en cuanto podamos; que cultivemos nuestra vida espiritual como fuerza y luz
para una esperanza viva y que seamos testigos y agentes del amor en el que nos
envuelve el Padre Dios.
GONZALO AMAYA O., S.J
Consiliario de Vida
Ascendente- Bogotá»
Los siguientes textos corresponden
a lecturas para el análisis y talleres de trabajos en grupos, que se
contrastan en la metodología del ver-juzgar y actuar se iluminan con el
Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. Se han organizado en colaboración
con las áreas de pastoral de los mayores en las Diócesis en las que actuamos,
por lo que forman parte de nuestra inclusión como Movimiento católico en la
pastoral de conjunto. Con las modificaciones que se vean pertinentes, podría
adecuarse en otras jurisdicciones.
Pedagogía de la paz
El individuo,
con alguna frecuencia, se plantea preguntas fundamentales para lograr los
objetivos de ser feliz, propiciar la felicidad para los suyos, favorecer con
ayuda de otros condiciones sociales y políticas públicas para que el Estado se
justifique por un servicio de alto impacto en el bienestar y calidad de vida de
las personas y comunidades, en un ambiente de sostenibilidad de la vida que, a
su vez, comprende espacios conocidos e ignotos en los procesos del planeta
Tierra y del cosmos.
Procesos en los
que cuenta la realización del individuo, mediante un viaje de individuación o
conocimiento de sí mismo para valerse estratégicamente de sus fortalezas,
debilidades, amenazas y oportunidades e ir logrando un claro nivel de atención
focalizado en la misión, concentrarse en pensar, sentir y hacer conscientemente
lo mejor al servicio de su propio desarrollo y del de los demás, en una ruta
fundada en los criterios, valores y principios con altos estándares éticos.
El hecho de
nacer en el seno de una familia es todo un acontecimiento. Ojalá nuestras
sociedades propiciaran dignas condiciones de vida para todos, en especial para
los niños en nuestros países tan ricos pero tan desiguales. Que se guardaran y
protegieran las costumbres y culturas que enriquecen nuestra biodiversidad.
Porque el camino a la felicidad enmarcado en lo nuestro no necesariamente debe
ser el mismo del de los niños de otros continentes y culturas, tan válidos pero
tan distintos a lo de nuestra América Latina.
En todo caso, el
crecimiento y desarrollo de la persona es una cuestión multifactorial: se orienta
por los aspectos personales de su familia, económicos, sociales y culturales en
un entorno geofísico y político determinado.
Si la familia es
disfuncional, es decir, no sirve sino perjudica al niño y -además de los
modelos la mayoría de las veces mediocres que ofrecen los medios de
comunicación-, le proporciona en su propio casa carencias de afecto, abandonos,
falta de respaldo y de promoción de su autoestima, fruto de irresponsabilidades
y egoísmos de los mayores, pues lo normal es que resultarán personas igualmente
disfuncionales que replicarán esos tachables comportamientos.
Sin embargo,
como toda regla tiene su excepción, hay personas que han nacido en
circunstancias muy difíciles y, sin embargo, remontan los problemas con una
fuerza y claridad mental envidiables, y llegan a ser ejemplo de vida para los
demás.
En realidad la
vida florece en todas partes, y, si ponemos atención, en ella todo maravilla:
de los malos ambientes en las familias y de las injusticias y pecados sociales
debemos esforzarnos en rescatar las virtudes encarnadas en los héroes que se
rompen el alma y el cuerpo por hacer lo correcto y servir de ejemplo a la
juventud.
Madres, padres,
hermanos, abuelos, nietos, alumnos, profesores, religiosos, líderes cívicos y
políticos, trabajadores de la cultura: En la educación en la familia y en las
comunidades culturales y educativas hay semillas de lo que hace feliz a las
personas y a las comunidades, estos es, una pedagogía de la paz, nuestro
trabajo siempre pendiente porque es a toda hora que, si ponemos atención,
podemos hacerlo; es cuestión de humanidad.
Verdad
y paz
Esperaríamos de
la política cualidades de grandeza, de amplios horizontes, de utopías, desafíos
para realizar por todos y para todos. Pero esto es mucho pedir, nuestra
historia latinoamericana es la sucesión de dependencias y desigualdades, de
injusticias y de falta de oportunidades, de exclusión de las mayorías del
progreso y del desarrollo; solo nos integra, para bien o para mal, la pasión
que generan los deportes más populares como el fútbol o el béisbol.
Los
administradores que se han venido eligiendo han distorsionado el mensaje
político para mantenerse de generación en generación a través de sus herederos
como si el país fuera una finca de su propiedad. Y lo estudian en el marketing político: la
receta para conservar el poder es hacer pensar que todo lo hacen por el bien
común, cuando en realidad solo trabajan por su bien particular; que les
interesa el bienestar de los gobernados, cuando sus programas sociales solo
ayudan a pervivir en el afán del día a día, sin posibilidades de pensar y de
ocuparse en los cambios fundamentales que se requieren.
La triste y
escandalosa historia colombiana no ha estado exenta de crueldades y en medio de
tanta violencia para lograr y mantenerse en el poder, las víctimas directas
asesinadas, secuestradas, desplazadas durante más de medio siglo hasta nuestros
días, suman millones de seres humanos; sin contar lo que se oculta y no se
dice: que la mayoría de las víctimas en realidad somos casi todos los
colombianos. Que los victimarios siempre han sido la ínfima pero poderosa
minoría usufructuaria de los recursos naturales de todos; de la burocracia
excesiva de todas las ramas del poder público y de las entidades de control, y
de los mercaderes de la guerra, quienes se lucran con la venta de armas.
Pues bien,
estamos a la puerta de un proceso de reconocimiento de delitos execrables, de
una y otra parte, como lo son todos aquellos en que se aprovechan las
condiciones de manifiesta inferioridad de las víctimas. Y se ha designado una
Comisión de la Verdad que tiene la gran responsabilidad de conseguirla, aun en
medio de fuertes presiones que desean mantenerla oculta.
Por primera vez
en toda la historia colombiana tendremos la oportunidad de reconocer esas
crueldades, de tratar de perdonarlas y de reconciliarnos. Permitámonos todos en
un acto de grandeza esa libertad de cambiar el rumbo, como quien sabe que su
felicidad radica sanar las profundas heridas y con la lección aprendida fijar en
nuestras conciencias un nunca jamás repetir ese oscuro pasado e impulsarnos a
través de la ciencia a conocernos e integrarnos como nunca lo hicimos, de modo
que la felicidad de los otros sea también la nuestra, porque lo que buscamos no
solo es nuestra felicidad sino la de los otros, es decir, la paz.
Quizás sea
posible que de ahora en adelante cambie la forma de hacer politiquería y se
haga realidad la democracia participativa, dando cabida a todos desde todas las
regiones, etnias y culturas como lo vislumbró la Constitución de 1991; que no
se excluya a nadie porque lo que necesitamos es sumar y multiplicar. Desde casa
podemos impulsar este proceso: somos modeladores y moldeadores de conductas.
Llenarnos de preguntas y de soluciones innovadoras desde la educación y la
ciencia como prioridad nacional; que se unan la ciencia y la política del bien
común para diseñar y ejecutar programas pertinentes y de largo plazo.
Artesanos de la
paz y del desarrollo son los que generan hábitos y caracteres pacíficos pero
críticos y preguntones; competentes y solidarios. Gestores de la libre empresa,
la creatividad y la innovación, pero también de las empresas cooperativas. Al
Estado, que somos todos, le corresponde promover pensamiento y acciones de bien
común. No es bueno el actual estado de cosas que lo ha sido por tanto tiempo.
Empleemos el voto para decidir con dignidad y libertad nuestro destino común,
libre de violencias y de opresiones.
Esto es muy
probable que ocurra si ponemos atención
al momento histórico que vivimos. Al reconocer nuestras tragedias y
responsabilidades por acción o por omisión en las mismas, también podemos girar
hacia nuevos horizontes y realidades: en las próximas elecciones olvide el
pasado, solo nos sirve de lección dolorosa; construya el presente, el cambio
solo es posible si usted lo promueve, lo gestiona, lo realiza y lo controla; su
voto sí vale y mucho, no se lo deje comprar; pero, luego, participe en la
planeación, la ejecución y el control de los recursos; y con ello usted está
poniendo cimientos de futuro, pues con su decisión las nuevas generaciones
políticamente transparentes, felices y en paz harán de Colombia la tierra de
las oportunidades para todos. ¡Ánimo, que sí se puede!
EL
CIRCULO DEL NOVENTA Y NUEVE
Había una vez un
rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente de rey triste,
era muy feliz.
Todas las
mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey, cantando y tarareando
alegres canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y
su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.
Un día el rey lo
mandó llamar.
-Paje, le dijo,
¿cuál es el secreto?
-¿Qué secreto,
Majestad?
-¿Cuál es el
secreto de tu alegría?
-No hay ningún
secreto, majestad.
-No me mientas,
paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.
-No le miento,
majestad, no guardo ningún secreto.
-¿Por qué estás
siempre alegre y feliz?
-Majestad, no
tengo razones para estar triste. Su majestad me honra permitiéndome
atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos
viviendo en la casa que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados
y además su majestad me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos
algunos gustos, ¿cómo no estar feliz?
-Si no me dices
ya mismo el secreto, te haré decapitar, dijo el rey.
Nadie puede ser
feliz por esas razones que has dado.
-Pero, majestad,
no hay secreto. Nada me gustaría más que
complacerlo, pero no hay nada que yo esté ocultando...
-¡Vete!, ¡vete
antes de que llame al verdugo!
El sirviente
sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación.
El rey estaba
como loco. No consiguió explicarse como el paje estaba feliz viviendo de
prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos.
Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación
de la mañana.
-¿Por qué él es
feliz?
-Ah, majestad,
lo que sucede es que él esta fuera del círculo.
-¿Fuera del
círculo?
-Así es.
-¿Y eso es lo
que lo hace feliz?
-No Majestad,
eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si
entiendo, ¿estar en el círculo te hace infeliz?.
-Así es.
-¿Y cómo
salió?
-¡Nunca
entró!
-¿Que círculo es
ese?
-El círculo del
99.
-Verdaderamente,
no te entiendo nada.
-La única manera
para que entendieras, sería mostrártelo en los hechos.
-¿Cómo?
-Haciendo entrar
a tu paje en el círculo.
-Eso,
obliguémoslo a entrar.
-No, majestad,
nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
-Entonces habrá
que engañarlo.
-No hace falta,
majestad.
Si le damos la
oportunidad, él entrará por sí solo.
-¿Por sí solo?
Pero él no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
-Sí se dará
cuenta.
-Entonces no
entrará.
-No lo podrá
evitar.
-¿Dices que el
se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo círculo,
y de todos modos entrará en él y no podrá salir?
-Tal cual.
Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender
la estructura del círculo?
-Sí
-Bien, esta
noche te pasare a buscar. Debes tener
preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos.
¡99!
-¿Que más?
¿Llevo los guardias por si acaso?
-Nada más que la
bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
-Hasta la noche.
Así fue. Esa
noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los patios
del palacio y se ocultaron, junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba.
Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarro la
bolsa y le pegó un papel que decía: "Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no cuentes a nadie como lo encontraste".
Luego amarró la
bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeo y volvió a
esconderse. Cuando el paje salió, el
sabio y el rey espiaban desde atrás de unas matas para ver lo que sucedía.
El sirviente vio
la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar sonido metálico se
estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados de la
puerta y entró, el rey y el sabio se arrimaron a la ventana para ver la escena.
El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado sólo la
vela. Se había sentado y había vaciado el contenido en la mesa. Sus ojos no
podían creer lo que veían.
¡Era una montaña
de monedas de oro!
Él, que nunca
había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él.
El paje las
tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre
ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas.
Así, jugando y
jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas. Una pila de diez, dos pilas de
diez, tres pilas, cuatro, cinco... y mientras sumaba 10, 20,30, 40, 50, 60...
hasta que formo la ultima pila: ¿¿¿ 99 monedas??? . Su mirada recorrió la mesa
primero, buscando una moneda más, luego el piso y finalmente la bolsa. "No
puede ser", pensó... Puso la última pila al lado de las otras y confirmó
que era más baja.
-Me robaron,
gritó. ¡¡me robaron!!
Una vez más
buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, sus bolsillos, corrió
los muebles, pero no encontró lo que buscaba.
Sobre la mesa,
como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99
monedas de oro "sólo 99"... 99 monedas. Es mucho dinero", pensó.
Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo, pensaba.
Cien es un número completo pero noventa y nueve no.
El rey y su
asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con
el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y
arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban los
dientes.
El sirviente
guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguno de
la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Tomó papel y pluma y se sentó
a hacer cálculos.
¿Cuánto tiempo
tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien?. Todo el
tiempo hablaba en voz alta.
Estaba dispuesto
a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no necesitara trabajar más.
Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de
oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el
cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía,
en once o doce años juntaría lo necesario. “¡Doce años es mucho tiempo!”,
pensó.
Quizás pudiera pedirle
a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después
de todo, él terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría
trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Sacó las cuentas:
sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el
dinero... ¡¡¡ Era demasiado tiempo !!!
El rey y el
sabio, volvieron al palacio... El paje
había entrado en el circulo del 99.
Durante los
siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron
aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las
puertas, refunfuñando con mal humor.
-¿Qué te pasa?-
preguntó el rey de buen modo.
-Nada me pasa,
nada me pasa.
-Antes, no hace
mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
-¿Hago mi
trabajo, no?
¿Qué querría su
majestad?, ¿que fuera su bufón y su juglar también?
No pasó mucho
tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un
paje que estuviera siempre de mal humor.
Todos nosotros
hemos sido educados en esta tonta psicología:
Siempre nos
falta algo para estar completos, y sólo completos se puede gozar de lo que se
tiene. Por lo tanto, nos enseñaron, que
la felicidad deberá esperar a completar lo que falta. Y como siempre nos falta
algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la vida.
Pero ¿qué
pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así,
de golpe, de que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro. Que no
nos hace falta nada. Que nadie se quedó con lo nuestro. Que nadie es más felíz
por tener cien que noventa y nueve. Que todo es sólo una trampa puesta frente a
nosotros para que seamos tontos, para que jalemos de la carreta, cansados,
malhumorados, infelices o resignados?. Una trampa para que nunca dejemos de
empujar y que todo siga igual ... ¡eternamente iguales e infelices!
¡Cuántas cosas
cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están!
Si este fuese
nuestro problema, la solución para que podamos vivir está en saber valorar lo
que tenemos a nuestro alrededor y no lamentarnos de lo que no tenemos o por lo
que podríamos tener.
TALLER DE LIDERAZGO
ADULTOS MAYORES
DIÓCESIS DE USME– PASTORAL ADULTOS MAYORES –
Con el apoyo de Vida Ascendente.
Objetivos
Revisar ideas y prácticas sobre el liderazgo personal y
social con envejecimiento activo
Compartir de la experiencia destacando los valores
familiares y cristianos.
Envejecimiento activo
¿Desde cuándo se comienza a envejecer?
El cuidado del cuerpo y del espíritu es muy importante
durante toda la vida.
El aislarse en soledad negativa perjudica la vida, induce
enfermedad y tristezas.
La actitud alegre, solidaria, generosa, de escucha, de buen
consejo, en fin, amorosa, prolonga digna y activamente la vida.
La persona del líder
Liderazgos
Actividades del taller
Ideas sobre el liderazgo en nuestras familias: En grupos se
describen estilos de liderazgo en las familias (10 minutos)
Iluminación: Textos
del Evangelio sobre liderazgo cristiano (15 minutos)
Propuestas de posibles actuaciones de líderes mayores en la
pastoral de nuestros grupos parroquiales (15 minutos)
Conclusiones y orientaciones.
Taller manejo de las
emociones
Alcaldía de Fómeque,
Cundinamarca
Programa del Adulto
Mayor
Con el apoyo de VIDA
ASCENDENTE
Metodología y tiempo
INTRODUCCIÓN Y PRESENTACIÓN
- Presentación de Vida Ascendente (por videobeam), 10
minutos.
- Dinámica de gimnasia y baile música popular colombiana; 40
minutos al principio y al final del Taller.
INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
-Conversatorio sobre la importancia de manejar las emociones
y la razón para el equilibrio y desarrollo de las personas, 20 minutos.
AUTOCONOCIMIENTO Y ARQUETIPOS DE LA PERSONALIDAD
Ejercicio de regulación de las emociones contradictorias, 20
minutos
Metodología y tiempo
-¿Qué es lo que está pasando?, video Mirada para hacer
florecer, 10 minutos.
-Cerebro, corazón y manos: Coherencia y felicidad.
Principios y valores sociales, video Aprender con el ejemplo, 10 minutos.
-Camino de la montaña, verdad, tolerancia, trabajo en equipo
y paz, video Felicidad no todo perfecto, 5 minutos.
-Oración de los mayores y el sentido cristiano de la vida,
10 minutos.
Objetivo general
Brindar herramientas necesarias para mantener un equilibrio
entre el malestar y el bienestar viviendo la felicidad como un proceso de
individuación que socialmente implica la
reconciliación y la paz.
Temática central
Reconocimiento de oportunidades de mejora del carácter de la
persona y de sus relaciones interpersonales.
Temáticas específicas
COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL
- Escucha activa y asertividad
-Trabajo en equipo
PENSAMIENTOS Y CREENCIAS
- Mi historia de aprendizaje
- Autoconocimiento (Debilidades y fortalezas)
LA FELICIDAD ESTÁ EN TI
UNIR CON UNA LÍNEA LAS EMOCIONES POSITIVAS CON LAS NEGATIVAS
Actividad participativa.
CONFLICTOS INTERPERSONALES
REGULACIÓN EMOCIONAL
- Percepción de los deseos y expectativas
- Validación emocional y empatía
- Mente y cuerpo sanos, educación familiar y personal
- Compasión, perdón y reconciliación
Taller Abuelas y
Nietos
Parroquia San Calixto
Diócesis de Engativá
Celebración Diocesana
Día de las Madres Mayores
Con el apoyo de VIDA
ASCENDENTE.
Objetivos
•Fortalecer las relaciones inter-generacionales
•Para un envejecimiento activo
•Compartir de la experiencia destacando los valores
familiares y cristianos.
•Fortalecer las relaciones inter-generacionales
Elementos de análisis
•El mundo de hoy es distinto del de apenas hace unas
décadas. Vivimos un cambio de época.
•Los mayores guardan experiencias tanto de logros y
fracasos, que sirven para las nuevas generaciones.
•Los niños y jóvenes de hoy viven ese cambio en la
globalización, las nuevas tecnologías y la sociedad del conocimiento con
mayores destrezas que los adultos.
•Una familia, siendo el núcleo de la sociedad, es un espacio
muy importante para compartir valores y aprendizajes.
•Envejecimiento activo
•¿Desde cuándo se comienza a envejecer?
•El cuidado del cuerpo y del espíritu es muy importante
durante toda la vida.
•El aislarse en soledad negativa perjudica la vida, induce
enfermedad y tristezas.
•La actitud alegre, solidaria, generosa, de escucha, de buen
consejo, en fin, amorosa, prolonga digna y activamente la vida.
Actividades del taller
•Trabajo en los grupos, no en tarima:
•Alrededor de los hitos de la vida de las abuelas (ellas
cuentan a sus nietos tres momentos importantes de sus vidas) (10 minutos)
•Mediante un juego de inversión de roles (nietos relatan
como abuelas esos momentos y abuelas escuchan como nietos) (10 minutos)
Trabajo en tarima:
•Los facilitadores en los grupos seleccionan cinco parejas
de abuela-nieto(a) en la que el (la) nieto(a) relatará como abuela en tarima
UNA experiencia que escojan de mayor impacto para ambos (20 minutos).
•A continuación abuelas y nietos(as) expresarán su mutuo
aprendizaje en términos de valores familiares y cristianos (10 minutos).
•Conclusiones y orientaciones a cargo del(a) coordinador(a)
del taller.
Recursos
por Internet
¿Cómo afecta a un país el envejecimiento
de su población? | Internacional | EL PAÍS:
El envejecimiento en Latinoamérica: retos
y compromisos Alanrevista 2015:
La batalla de México contra el
envejecimiento de su población | Economía | EL PAÍS:
Índice
Pág.
Introducción 2
Vivir, una aventura maravillosa 3
Los caminos de la vida, ejercicio de multiculturalidad
4
Conciencia de la vida en los ecosistemas 6
El ciclo vital, raíces y trascendencia 7
Ejercicio intergeneracional 9
Transición y bono demográfico 10
De vuelta a la tierra: La n descendente 14
De regreso al cielo: La U ascendente 15
Pastoral de conjunto 17
Colaboración
con el Consejo Episcopal Latinoamericano 17
III
Encuentro Latinoamericano pastoral de los Mayores
Encuentro
Latinoamericano y Caribeño VA-Chinauta
Nuestros
consiliarios
Mensaje de
nuestro Consiliario a los participantes del 9° Encuentro
Internacional de
VMI en Santo Domingo 18
Materiales de
los talleres realizados en grupos de VA
Pedagogía de la
paz
Verdad y paz 20
El círculo del
99 22
Taller de
liderazgo 26
Taller manejo de
las emociones 27
Taller abuelas y
nietos 29
Recursos por Internet 31
Vejez:
del
latín,
vetus, que puede traducirse como “viejo”. Calidad de una persona o
de una cosa. Vejez es la cualidad de viejo (alguien de edad avanzada o algo
antiguo y que no es nuevo o reciente). La vejez hace referencia a la senectud o
edad senil. Aunque no existe una edad exacta a la que se pueda considerar como
el comienzo de la vejez, suele decirse que una persona es vieja cuando supera
los 70 años de vida, ver en:
https://definicion.de/vejez/