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Vida Ascendente participa en la Asamblea eclesial de América Latina y el Caribe

 Vida Ascendente participa en la Asamblea eclesial de América Latina y el Caribe

Después de un proceso de escucha largo y dispendioso de más de 70 mil personas, con una preparación ejemplar en lo litúrgico, en lo metodológico, en la técnica y en el discernimiento, la Iglesia católica con el apoyo del CELAM -Consejo Episcopal de América Latina y el Caribe- ha culminado aunque no terminado la Asamblea insinuada por el Papa Francisco, inspirada en la más reciente Conferencia de Obispos en Aparecida, Brasil. Un número no fácilmente calculable atendió el llamado a través de los medios de comunicación y de las redes sociales y las diversas plataformas de video conferencias.

De más de 25 mil personas que pidieron participar directamente, por la plataforma Zoom lo pudieron hacer un poco más de mil personas. Agradecemos a los organizadores el que nos hubieran invitado y que hayamos podido participar activamente en la Asamblea, como una de las voces de movimientos católicos pastorales con las personas mayores.

Ésta es una foto panorámica de asambleístas vía Zoom:

          

Entre los asambleístas de Colombia, Vida Ascendente participó al menos en el Grupo de discernimiento A41 (Foto) conformado además por cerca de 20 hombres y mujeres (obispos, sacerdotes, religiosos, laicos) desde Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Estados Unidos, Bolivia:


Después de un riguroso proceso donde se pidió continuamente la presencia del Espíritu Santo se llegaron a presentar finalmente 12 desafíos pastorales (Foto) para nuestra región que, junto con la documentación recibida y acopiada por expertos, hacia el mes de mayo de 2022 se podría contar con recomendaciones pastorales más depuradas y consolidadas.



Se trata de un hito histórico en la vida de la Iglesia, no solo de carácter regional sino global, pues la Iglesia desde todos los continentes ha estado atenta a esta Asamblea y a sus resultados y se coincide en que soplan vientos nuevos desde el Espíritu Santo animando al Pueblo de Dios a renovar la faz de la tierra desde el continente de la esperanza.



Reencuentro y despedida de año

Celebramos el pasado 2 de diciembre 2021 nuestro reencuentro y despedida de año con el grupo de mayores en Fómeque (Cundinamarca) 



En oración y esparcimiento con el grupo de mayores de Fómeque la terminación de año con el  inicio del adviento y de la Navidad.


Aparte de la programación de rigor, con el discernimiento de la Palabra y los ejercicios con bailes folclóricos, contamos con el famoso cantante e historiador de la música Juan Ayala.





Con él y nuestra maestra nacida en Fómeque y animadora de Vida Ascendente Nelsa Beatriz Rey Pardo, compartimos algunos regalos, comida y un par de presentaciones, reflexionando en grupos sobre la vida antes y en la pandemia y los sentimientos y situaciones que expresan nuestros mayores.




Nos han coordinado y dirigido esta actividad la prof. Nelsa Beatriz y nuestra Presidente de Vida Ascendente Bogotá, Piedad Betancourt. A ellas mil gracias por su esfuerzo y dedicación.










La expresión de la alegría y el afecto de nuestros mayores merece todo nuestro reconocimiento. Valoremos las palabras del Papa Francisco en el Día de los Abuelos, con las que iniciamos este mensaje.


Hubo gimnasia musical muy animada.

Compartimos un delicioso tamal fomequeño con pan y chocolate.


Contamos con sus oraciones, para que el Señor Jesucristo por intercesión de la Virgen Santísima nos apoye y asista en todo momento en nuestro Movimiento, así como a nuestras familias, nuestros fallecidos y a nuestros enfermos.

Sigamos con las medidas sanitarias para proteger y cuidar a nuestros mayores y a todos nuestros familiares. Esperamos que en el nuevo año de 2022 podamos tener reencuentros y actividades con todos los grupos de Vida Ascendente. 


Deseamos a nuestros lectores y lectoras todo bien en estas festividades decembrinas con las bendiciones del Señor en su vida y en la de sus familias.
Vida Ascendente

1º de octubre Día Mundial de las Personas Mayores y Día Internacional del Movimiento Vida Ascendente, Carta del P. Montferrand

 

                                                                                                       Carta del Asesor


Tenemos que comenzar a salir  de este momento especial que estamos viviendo, para “ volver a llevar nuestra espiritualidad a las realidades de la vida, afianzar la amistad y cumplir con nuestra misión de apostolado”, como leemos en el mensaje de Susell : “Volver a nuestras reuniones para celebrar con amistad y abrazos.  Ofrecer nuestra sonrisa serena del que tiene la mirada positiva de la vida, palabras que animan y consejos atinados de los que ya vivimos muchas tormentas”

Recibí también el saludo de Susana Zonni, nuestra coordinadora continental, con ocasión de esta celebración mundial de los Mayores.  Y nos llegó el libro “La riqueza de los años” con las intervenciones en el Primer Congreso de Pastoral  de Personas Mayores, de Roma 2020.  Del Secretario del Dicasterio, P. Alexandre Mello, rescaté los pasajes sobre “espiritualidad específica” que requiere nuestra edad.  La adjunto a esta.

La Fundación Navarro Viola celebra también en Día Mundial de las Personas Mayores, tratarán en una reunión los derechos de las personas mayores en el campo de la salud, del envejecimiento y de los derechos humanos.  Encontramos entre los expositores a la Dra. Silvia Gascón, de la Universidad Isalud, líder del proyecto “ciudades amigables con los mayores”, autora de “Vejez y pobreza en Argentina”.  Actualmente coordina los lazos de Red Mayor. Nos une a ella muchos años de trabajo en común con nuestro  movimiento Vida Ascendente.

En este volver a la vida nosotros los mayores sabemos cómo cuidarnos, respetuosos de las indicaciones ya fuimos vacunados,  ahora podremos retomar de a poco la vida, en esto tenemos que ser un ejemplo en la familia y en nuestra comunidad parroquial.  Llenos de vida interior salimos a transmitir esperanza, consuelo en muchos casos, y deseos de compartir la vida con hijos y nietos como antes.

El Dr. Guillermo Bustos, colaborador de nuestros grupos desde Córdoba, en un escrito sobre “Caídas en Personas Mayores”  dice muy atinadamente: “El alma tiene que empujar al cuerpo, la actitud depresiva, soledad y tristeza, predispone a la enfermedad y a las caídas.  Primero se cae el alma, después el cuerpo”.

Salgamos entonces del encierro, retomemos nuestras reuniones y aumentemos así la posibilidad de vivir y transmitir nuestro entusiasmo y alegría, nuestra espiritualidad. Esa será nuestra celebración del Día Mundial de las Personas Mayores.

P.Montferrand                                                                                   28 setiembre 2021


RESUMEN DEL CONGRESO: (Documento enviado con el mensaje de Susana Zonniechenique, Coordinadora de VA-América Latina y Caribe)

Cuidar y ocuparnos de dar protagonismo a las personas mayores significa poner nuestra atención en ellos como laicos, como miembros de una familia y también como portadores de la  vida humana.  Hablamos de la vocación de los mayores, el llamado especial y la misión que los mayores tienen dentro de la Iglesia y en la sociedad.

La vocación de los mayores es ser raíz, memoria viva, guardianes y transmisores de una herencia fundamental para la vida del Pueblo de Dios entre los pueblos de la tierra. Partimos de que existe una espiritualidad y una vocación específica para las personas  de edad. Esta etapa de la vida va acompañada de una espiritualidad relacionada, la persona mayor es más consciente de sus límites, se vuelve más realista , aprende a caminar el día presente. Lo que suele conducir a un encuentro o un redescubrimiento de Dios.

Por lo tanto el envejecimiento es una oportunidad para crecer en espiritualidad, y para  hacer más fuerte el amor a Dios y a su familia, amigos y comunidad.  Esa espiritualidad necesita ser cultivada, profundizada y muchas veces descubierta.  Esa espiritualidad ayuda a cultivar actitudes humanas saludables, formas de conducta activa, sociable y sonriente. Esos comportamientos que  distinguen a la persona mayor de los viejos.

Es importante comprender la importancia que tienen las generaciones anteriores para trasmitir su cultura y también para colaborar en la misión evangelizadora. “Imagino a los mayores –dice el Papa Francisco – como el coro permanente de un santuario, en el que sus oraciones y alabanzas sostienen a toda la comunidad ocupada en los trabajos de la vida”.

Las expresiones de la religiosidad popular son formas muy concretas de espiritualidad en la vida de los mayores, que constituyen formas privilegiadas de transmisión de la memoria y de las raíces profundas del pueblo fiel. Esta sabiduría se transmite de generación en generación,  las experiencias de su vida, su historia familiar, y la de su pueblo.

Hoy en día es frecuente que las personas mayores siguen activas y tienen su protagonismo en nuestras comunidades.  Muchos ocupan buena parte de su tiempo en voluntariados, algunos son alma y motor de instituciones.  Es importante encontrarles  el espacio y crear ámbitos para los encuentros y las reuniones entre mayores, sin descartar la riqueza del trabajo compartido con los más jóvenes y los niños.

Conmemoramos la vida y la obra de nuestro cofundador padre Gabriel Arias Posada

Conmemoramos la vida y obra de nuestro cofundador el padre Gabriel Arias Posada


El año entrante por esta época se cumplirán 20 años del martirio y paso a la Casa del Señor de nuestro consiliario nacional el Sacerdote, el Pastor, el Consejero Espiritual, el Apóstol y el Profeta. Como secretario ejecutivo del CELAM difundió el Movimiento en América Latina y el Caribe.

Su amor por el Movimiento y el deseo de difundirlo fue siempre evidente. En la Asamblea de 1998, refiriéndose a la calidad de vida nos dijo:

“Amistad, espiritualidad y apostolado son los tres pilares en que se sostiene el movimiento Vida Ascendente. Seguramente para muchos de ustedes esta trilogía de principios que emanan de Cristo mismo, les han orientado y se han constituido en orientadores de su vida; a otros les falta conocerlos para asumirlos y entusiasmarse por la causa Vida Ascendente que sería salvadora para muchos mayores inmersos en la soledad, pobreza y enfermedad.”

Como párroco del Espíritu Santo y vicario episcopal de la diócesis de Armenia, Quindío, continuó la pastoral con los mayores a través de las asociaciones de profesionales. Con los capítulos de egresados javerianos estimuló los ejercicios espirituales para hombres y para mujeres por separado y llamó a Vida Ascendente a integrarse en los mismos como facilitadores. Precisamente habíamos realizado dos fines de semana de ejercicios espirituales una y dos semanas antes de su martirio y de su partida a la gloria eterna. 

Recordamos al padre Gabriel con profunda gratitud y con efecto y agradecemos al Señor por tantas cosas como por medio del padre Gabriel trajo al Movimiento y al Continente y proclamamos a todos los mayores y jóvenes que su vida y obra es digna de emulación. 

Conmemoramos la vida y obra del padre Antonio José Velásquez

Padre Antonio José  Velázquez Delgado, nace en la Ciudad de Trujillo, Estado Trujillo.  Venezuela el 27 de mayo de 1975. Es el mayor de tres hijos fruto del Matrimonio de Antonio del Carmen Velázquez González y María Beatriz Delgado de Velázquez.

Ordenado Sacerdote en la Catedral de la Diócesis de Trujillo, 22 de julio del 2000 por Mons. Vicente Ramón Hernández Peña, quien fuera el III Obispo de la diócesis de Trujillo.

Como pastor del área de familia, juventud y vida le correspondió estimular las actividades de las personas mayores y mantuvo estrecha colaboración con nuestro Movimiento Vida Ascendente desde 2013 hasta el 2019 cuando fue llamado por la Conferencia Episcopal Venezolana para orientar los temas institucionales de la misma.

Conmemoramos su vida y obra con el siguiente registro fotográfico y nuestras oraciones de gratitud al Señor por su vida y obra entre nosotros.



 

Conmemoramos la vida y el ejemplo de nuestro Consiliario Gonzalo Amaya, S.J.

Conmemoramos la vida y el ejemplo de nuestro Consiliario Gonzalo Amaya, S.J.









 Con esta memoria fotográfica recordamos con gratitud y con afecto al padre Gonzalo Amaya, S.J., nuestro consiliario en Bogotá de Vida Ascendente, hombre especialmente virtuoso, sacerdote y pastor, párroco, director de ejercicios espirituales, especial amigo y consejero que acompañó nuestras reuniones más de diez años y hasta su muerte. Inolvidable ejemplo de vida para los jóvenes en el camino de la vida espiritual y de entrega al Señor y al servicio de los más necesitados.

Con alegría siempre nos acompañó y animó en los distintos grupos en Bogotá y en Fómeque. Pedimos a Dios por intercesión de María Santísima poder emular las virtudes de nuestro querido padre Gonzalo.

“La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia” Documentos eclesiales.

 Transcribimos del Boletín de febrero 2021 de la Red Latinoamericana de Gerontología, el siguiente documento que pedimos a nuestros grupos y relacionados reflexionar y compartir según sus experiencias.

“La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia”

Miércoles, 10 de Febrero de 2021
Documentos Eclesiales

Ser ancianos es un don de Dios

Este 9 de febrero se ha presentado el documento de la Pontificia Academia para la Vida sobre la condición de los ancianos tras la pandemia.

“La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia”. Este es el título del documento publicado hoy con el que la Pontificia Academia para la Vida, de acuerdo con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, propone una reflexión sobre las lecciones que hay que extraer de la tragedia causada por la propagación del Covid-19, sobre sus consecuencias para hoy y para el futuro próximo de nuestras sociedades.

Repensar el modelo de desarrollo
Lecciones que han hecho surgir una doble conciencia: "por un lado, la interdependencia entre todos y por otro la presencia de fuertes desigualdades. Todos estamos a merced de la misma tormenta, pero en un cierto sentido, se puede decir, que remamos en barcos diferentes, los más frágiles se están hundiendo cada día”. “Es esencial repensar el modelo de desarrollo de todo el planeta", dice el documento, que retoma la reflexión ya iniciada con la Nota del 30 de marzo de 2020 (Pandemia y Fraternidad Universal), continuada con la Nota del 22 de julio de 2020 (La Humana Communitas en la era de la Pandemia. Consideraciones intempestivas sobre el renacimiento de la vida) y con el documento conjunto con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (Vacuna para todos. 20 puntos para un mundo más justo y sano) del 28 de diciembre de 2020. La intención es proponer el camino de la Iglesia, maestra de humanidad, a un mundo cambiado por Covid-19, a mujeres y hombres en busca de sentido y esperanza para sus vidas.

Covid-19 y las personas mayores
Durante la primera oleada de la pandemia, una parte sustancial de las muertes por Covid-19 se produjo en instituciones para ancianos, lugares que se suponía que debían proteger a los más frágiles de la sociedad y en los que, en cambio, la muerte golpeó desproporcionadamente más que en el hogar y el entorno familiar.

“Lo que ha sucedido durante la pandemia deCOVID-19 nos impide resolver la cuestión de la atención a los ancianos con la búsqueda de chivos expiatorios, de culpables individuales y, por otro lado, de levantar un coro en defensa de los excelentes resultados de los que evitaron el contagio en las residencias. Necesitamos una nueva visión, un nuevo paradigma que permita a la sociedad cuidar de los ancianos”.

Dos mil millones de personas mayores de 60 años en 2050
El documento del PAV subraya que “bajo el perfil estadístico-sociológico, los hombres y las mujeres tienen en general, hoy en día, una más larga esperanza de vida”. “Esta gran transformación demográfica representa, efectivamente, un gran desafío cultural, antropológico y económico". Según datos de la Organización Mundial de la Salud, - se lee en el documento - en 2050 en el mundo habrá dos mil millones de personas mayores de sesenta años, es decir, una de cada cinco será anciana. Así pues, “es esencial hacer que nuestras ciudades sean lugares inclusivos y acogedores para la vida de los ancianos y, en general, para la fragilidad en todas sus expresiones”.

Ser mayor es un don de Dios
En nuestra sociedad suele prevalecer la idea de la vejez como una edad infeliz, entendida solamente como la edad de los cuidados, de la necesidad y de los gastos para tratamientos médicos. “Llegar a anciano es un don de Dios y un enorme recurso, un logro que hay que salvaguardar con cuidado”, dice el documento, “incluso cuando la enfermedad llega a discapacitar y surge la necesidad de una atención integrada y de alta calidad”. “Y es innegable que la pandemia ha reforzado en todos nosotros la conciencia de que la ‘riqueza de los años’ es un tesoro que debe ser valorado y protegido”.

Un nuevo modelo para los más frágiles
En cuanto a la asistencia, la Pav indica un nuevo modelo, sobre todo para los más frágiles, inspirado sobre todo en la persona: la aplicación de este principio implica una intervención organizada a diferentes niveles, que realiza un continuum asistencial entre el propio hogar y algunos servicios externos, sin cesuras traumáticas, no aptas a la fragilidad del envejecimiento, especifica el documento, observando que “las residencias de ancianos deberían recalificarse en un continuum sociosanitario, es decir, ofrecer algunos de sus servicios directamente en los hogares de los ancianos: hospitalización a domicilio, atención a la persona individualmente con respuestas de atención moduladas en función de las necesidades personales a baja o alta intensidad, donde la atención sociosanitaria integrada y la domiciliación sigan siendo el eje de un nuevo y moderno paradigma”. Se espera reinventar una red más amplia de solidaridad “no necesaria y exclusivamente basada en lazos de sangre, sino articulada según la pertenencia, la amistad, el sentimiento común, la generosidad recíproca para responder a las necesidades de los demás”.

El encuentro entre generaciones
En cuanto a la confrontación con los jóvenes, el documento evoca un "encuentro" que puede aportar al tejido social “Esa nueva linfa de humanismo que haría que la sociedad estuviese más unida”. Varias veces el Papa Francisco ha instado a los jóvenes a ayudar a sus abuelos, recuerda el documento, que también subraya que “el hombre que envejece no se acerca al final, sino al misterio de la eternidad” y, para comprenderlo, “necesita acercarse a Dios y vivir en relación con Él”. De ahí que sea una “tarea de caridad en la Iglesia” el “cuidar la espiritualidad de los ancianos, su necesidad de intimidad con Cristo y de compartir su fe”. El documento deja claro que "Es solamente gracias a los ancianos que los jóvenes pueden redescubrir sus raíces, y sólo gracias a los jóvenes que los ancianos recuperan la capacidad de soñar”.

La fragilidad como enseñanza
También es valioso el testimonio que pueden dar los ancianos con su fragilidad. “Se puede leer como un “magisterio”, una enseñanza de vida", señala la reflexión, y aclara que " La vejez también debe ser entendida en este horizonte espiritual: es la edad particularmente propicia al abandono en Dios”: “a medida que el cuerpo se debilita, la vitalidad psíquica, la memoria y la mente disminuyen, la dependencia de la persona humana a Dios se hace cada vez más evidente”.

El punto de inflexión cultural
Por último, un llamamiento: “Toda la sociedad civil, la Iglesia y las diversas tradiciones religiosas, el mundo de la cultura, de la escuela, del voluntariado, de las artes escénicas, de la economía y de las comunicaciones sociales deben sentir la responsabilidad de sugerir y apoyar -en el marco de esta revolución copernicana-nuevas e incisivas medidas que permitan acompañar y cuidar a los ancianos en contextos familiares, en sus propias casas y, en todo caso, en entornos domésticos que se asemejen más a los hogares que a los hospitales. Este es un cambio cultural que debe ser implementado”.

Monseñor Paglia: revisión seria del sistema de asistencia a ancianos
En la rueda de prensa de presentación de la Nota de la Academia Pontificia para la Vida sobre La vejez, nuestro futuro, se invitó a aprovechar, en el desastre de la pandemia, la oportunidad de reforzar los lazos entre generaciones, teniendo en cuenta que los ancianos han dado un enorme tributo de vidas en el último año. La esperanza de que las indicaciones del Documento sean escuchadas también por los gobiernos y el anuncio de otras dos Notas PAV, sobre los niños y los discapacitados.

Fuente: Vatican News
Vaticano, 09-02-2021

VAI participó en la presentación en videoconferencia del Año de la Familia

 Año de la Familia "Amoris Laetitia":

VAI participó en la presentación en videoconferencia del Año de la Familia

Página preparada por Monika Ptak (Fuente, Boletín de VAI).

El 19 de marzo, en el quinto aniversario de la publicación de la exhortación apostólica postsinodal "Amoris Laetitia", el Papa Francisco lanzó el "Año de la Familia", que finalizará en junio de 2022 en Roma con ocasión del décimo aniversario del Encuentro Mundial de las Familias.

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que se encarga de coordinar los eventos para este año especial, organizó dos videoconferencias en inglés y español respectivamente, destinadas a dar a conocer el evento entre los líderes de asociaciones o movimientos eclesiales. Se invitó a participar a los miembros del Comité Ejecutivo de VAI: es un reconocimiento del papel que los adultos mayores tienen que desempeñar con las generaciones más jóvenes y en particular el papel que los abuelos tienen que desempeñar en la familia.

Para preparar estas videoconferencias, los miembros del comité ejecutivo trabajaron aguas arriba sobre la base del documento de presentación del Dicasterio que contiene el proyecto, los objetivos, los beneficiarios y los 12 puntos para caminar con las familias siguiendo "Amoris Laetitia".

Aquí está el resultado de la reflexión, con iniciativas en marcha o proyectos a implementar:

  • VAI se une a la propuesta del MCR (Movimiento Cristiano de Jubilados, rama francesa de VAI) para el Día de los Abuelos instituido por el Papa Francisco el 25 de julio con la organización de un aperitivo entre abuelos y nietos (o ancianos y jóvenes): esto debería permitir forjar vínculos y proporcionar la oportunidad de hablar de textos evocando a los santos Joaquín y Anna. La iniciativa se desplegaría en las diócesis. El MCR debe estar más cerca de Taizé (La Comunidad Taizé es una comunidad monástica cristiana ecuménica ubicada en Taizé en Francia y acogedora de muchos jóvenes de todo el mundo, a lo largo de mucho tiempo de reflexión y oración)
  • Crear " clubs de pequeños filósofos": reunir a algunos niños de la misma edad; es una forma de transmitir el “arte del ser de los abuelos evocando con ellos temas tan diferentes como: obediencia, libertad, amistad...”. Una iniciativa que podría proponerse como parte de una parroquia o centro sociocultural
  • Fórmulas similares podrían considerarse para orientar los nuevos medios de comunicación, el papel de las redes sociales.
  • Organizar reuniones de abuelos en parroquias, "cafés de abuelos" (con una contribución teórica seguida de una discusión) para despertar a los nietos a la fe.
  • ¿Cómo mantener y hacer crecer los lazos más frecuentes y estrechos forjados durante la crisis de salud entre abuelos, hijos y nietos?
  • Dar al desarrollo de la Pastoral de los Ancianos un carácter transversal: relanzar los pasos con la Pastoral de la Familia.
  • Reflexión sobre las residencias para personas mayores: desarrollarla en paralelo con lo que existe, buscar soluciones alternativas. Reflexión por llevar a cabo a un alto nivel.


Extractos del Congreso de Roma: Lo intergeneracional

Nota de nuestra Presidente mundial de Vida Ascendente Monique Bodhuin, con ocasión del tema del Congreso reciente de Roma y que nos interesa mucho: las relaciones inter-generacionales. En Colombia hemos diseñado y realizado un taller con varios de nuestros grupos sobre este tema. 

Extractos del Congreso de Roma: Lo intergeneracional

El contenido de las intervenciones en el Congreso de Roma sobre la pastoral de los ancianos a menudo evoca la relación entre jóvenes y ancianos; Estos son algunos extractos:

1)Para mostrar la importancia crucial de esta relación, el cardenal Mendoça, archivista y bibliotecario del Vaticano, relata un experimento practicado en las escuelas para enseñar a los niños a tomar decisiones: un barco, que lleva diez personas y equipado con un bote salvavidas en el que sólo pueden tener lugar siete personas, se está hundiendo. ¿Qué decisiones se pueden tomar?  Los investigadores señalaron que si hay abuelos entre los pasajeros del barco, ya sean muy avanzados en edad o en mala salud, son los primeros en la lista. ¿Por qué? Si los abuelos deben ser salvados indiscutiblemente, es porque son maestros en un arte hermoso y raro: el arte del ser; este modode ser proviene de un capital de sabiduría y ternura basado en entender lo que es esencial en la vida , que los jóvenes quieren salvar.

2) Marco Impagliazzo, presidente de Sant'Egidio, también destaca la receptividad y ternura de los abuelos: "Los jóvenes descubren en los ancianos una afectividad directa y explícita que los mueve, los humaniza y que no siempre encuentran en sus padres".

3) Maria Voce, basándose en su experiencia dentro del Movimiento de los Focolari, destaca la riqueza de la colaboración entre jóvenes y mayores, que da un fruto particular en tiempos difíciles; Los jóvenes encuentran fuertes puntos de referencia y patrones de lealtad en las personas de la tercera edad que pueden ayudarles a mirar hacia arriba; el diálogo entre generaciones es un tesoro que debe preservarse y mantenerse.

4) El Padre Lucundo, sacerdote de Angola, observa que las tradiciones, los fundamentos existenciales y valores espirituales de los que los ancianos son prtadores ya no se transmiten a los jóvenes. Una crisis de transmisión que también afecta a nuestras sociedades occidentales; El cardenal Mendoça nos recuerda que "la transmisión nos revela que somos la expresión de un patrimonio precioso que nos trasciende: como ancianos debemos explicar a los jóvenes de dónde vienen para que tengan confianza en sí mismos, en sus capacidades".

5) Monique Bodhuin reconoce la necesidad de hacer que sus nietos descubran "este tesoro" que es la fe. Se trata de responder a las preguntas de los jóvenes, de explotar las oportunidades que ofrece la vida cotidiana (belleza de un paisaje, muerte de un ser querido...) para convertirlas en fuente de iniciación a la presencia de Dios en nuestra vida. Los ancianos tienen que ser transmisores y reveladores en ello.

En la solemne audiencia que el Santo Padre dio a los delegados, destacó la riqueza del intercambio intergeneracional. Los ancianos "pueden ser actores de una pastoral evangelizadora, testigos privilegiados del amor fiel de Dios".

Para concluir dos frases tomadas del Santo Padre: "Los ancianos son el presente y el mañana de la Iglesia... de una Iglesia que, junto con los jóvenes, profetiza y sueña."

"Si no hay ancianos en tu casa, compra uno porque lo necesitarás", dijo el Santo Padre a los jóvenes del Sínodo.

Monique Bodhuin

El don de la sabiduría

 Invitamos a nuestros relacionados y compañeros en Vida Ascendente a estudiar sobre el don de la sabiduría en nuestras propias realidades.

El don de la sabiduría

Después de que el Papa Francisco escribiera con motivo de las XXIII JMJ:

"Queridos jóvenes, necesitáis la sabiduría y la visión de los ancianos. (...) Osdirán cosas que excitarán vuestra mente y tocarán vuestro corazón".

Siguiendo con el éxito de la campaña Los ancianos son tus abuelos ,a través de la cual se permitió a tantos jóvenes abrazar virtualmente a sus abuelos y abuelos de su elección, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida invitó a jóvenes de todo el mundo a dar la voz a los ancianos  para recibir de ellos un don de sabiduría.

Los jóvenes publicaron en las redes sociales un recuerdo, un consejo, un don de sabiduría de los ancianos con los que habían establecido un vínculo. 

 Se pueden encontrar hermosas cartas en el hashtag #aGiftOfWisdom:  

  • Envejecimiento: ¿florecer o sufrir?
  • Vida: ¡más fuerte que Auschwitz!
  • Sacerdote viejo: ¿sacerdote caducado?
  • Papi, ser fiel: ¿es posible?
  • Envejecer juntos: ¿envejecer mejor?
  • Ser viejo: ¿para qué?

Descubrí en estas cartas:

Juliane tiene 96 años, es una superviviente de los campos de concentración, tiene un rostro lleno de gran serenidad y una voz muy suave para compartir sus recuerdos. Cuando llegó al campamento, sabía que iba a ser muy difícil, pero "si no me matan, no me atraparán". Experiencia "beneficiosa", dice, que la ayudó a superar grandes dificultades, como la muerte inhumana de un niño. Habla de perdón, misión, esperanza y sobre todo quiere decir a los jóvenes, a menudo pesimistas, ¡Qué hermosa es la vida!

Papi, ¿es posible ser fiel? André tiene 88 años y su esposa murió hace cuatro años, pero estuvieron casados durante 58 años. Padre y abuelo de una familia muy numerosa, habla de la relación muy especial que tiene con sus nietos. Habla del amor que ha unido a su pareja que se ha fortalecido con el nacimiento de cada niño.  Nos habla de la fidelidad, la belleza del matrimonio, el coraje, la esperanza y de la importancia de sus recuerdos por transmitir.

Sacerdote viejo: ¿sacerdote caducado?  El padre Jean Guy tiene 87 años, es sacerdote desde hace 59 años. "Es el viejo el que es bueno y el año que viene celebro mis bodas de diamante…", dice con humor. No tiene una misión Canónica, está jubilado. A los jóvenes sacerdotes les quiere decir: "¡Continúen, nunca se desanimen, su misión es la de Jesús, adelante, no tengan miedo!" Esto es lo que también dice a los jóvenes que quieren dedicarse al sacerdocio "no tengan miedo, hay dificultades que deben ser superadas con el Señor" A los jóvenes a los que dice de nuevo: "Nunca se desanimen los adultos, prepárense para la vida real profundizando el significado de su vida". 

Él nos dice que en la vejez todavía queda mucho por vivir: "Mientras quieras, Señor, Gracias Señor."

 

Con el Papa Francisco,

Ofrezcamos a los jóvenes nuestra sabiduría

Se dice, y me complace decir, que la vejez

Es para la vida asiento de la sabiduría.

Como los viejos Simeón y Ana,

Las personas mayores tienen la sabiduría de haber vivido.

Y fue esta sabiduría la que les permitió reconocer a Jesús.

Depende de nosotros ofrecer esta sabiduría a los jóvenes.

Como el vino que mejora con los años,

Ofrezcamos nuestra sabiduría a los jóvenes.

Un poeta alemán dijo de la vejez

Que era un tiempo de paz y oración,

Un momento para transmitir a los jóvenes

La sabiduría de los ancianos.

 

Fuente: Monika Ptak, en Boletín de Vida Ascendente Internacional.

El Papa presenta el 'Día Mundial de los Abuelos y de los Ancianos'

 



Grands-Parents © Instagram / Vatican Media

El Papa presenta el 'Día Mundial de los Abuelos y de los Ancianos'

El cuarto domingo de julio

El Papa Francisco instituyó el Día Mundial de los Abuelos y de los Ancianos el cuarto domingo de julio, en previamente a la memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús. Con ocasión de la primera celebración del día, el 25 de julio de 2021, celebrará una misa.

En el Ángelus de este 31 de enero de 2021, que celebró en vivo desde la biblioteca del Palacio Apostólico, evocó la fiesta del 2 de febrero, la Presentación de Jesús en el Templo, "cuando Simeón y Ana, ambos ancianos, iluminados por el Espíritu Santo reconocieron en Jesús el Mesías": "El Espíritu Santo todavía despierta hoy en día en los ancianos pensamientos y palabras de sabiduría, dijo el Papa: su voz es preciosa porque canta las alabanzas de Dios y protege las raíces de los pueblos.»

Las personas de la tercera edad, agregó, "nos recuerdan que la vejez es un don y que los abuelos son el vínculo entre generaciones, para transmitir a los jóvenes una experiencia de vida y fe". Pero los abuelos a menudo son "olvidados", lamentó el Papa: "Olvidamos esta riqueza que supone el proteger las raíces y transmitir... Es importante que los abuelos conozcan a sus nietos y que sus nietos conozcan a sus abuelos, porque, como dice el profeta Joel, los abuelos soñarán por delante de sus nietos, tendrán ilusiones [grandes deseos], y los jóvenes, tomando la fuerza de sus abuelos, caminarán, profetizarán. »

Anuncio de la creación del Día Mundial de los Abuelos y los Ancianos.

Este día, explica en un comunicado el cardenal Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, es el primer fruto del Año de la Familia, "un regalo para toda la Iglesia destinado a permanecer a lo largo de los años".

"La pastoral de los ancianos es una prioridad que ya no se puede posponer por ninguna comunidad cristiana", añade el prefecto, quien expresa el compromiso del Vaticano de "trabajar para eliminar la cultura del despilfarro y potenciar el carisma de los abuelos y los ancianos".

El Dicasterio invita a las parroquias y diócesis de todo el mundo a "encontrar formas" de celebrar el Día a nivel local.

“La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia”

 “La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia”

Miércoles, 10 de Febrero de 2021
Documentos Eclesiales

Ser ancianos es un don de Dios

Este 9 de febrero se ha presentado el documento de la Pontificia Academia para la Vida sobre la condición de los ancianos tras la pandemia.

“La vejez: nuestro futuro. La condición de los ancianos después de la pandemia”. Este es el título del documento publicado hoy con el que la Pontificia Academia para la Vida, de acuerdo con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, propone una reflexión sobre las lecciones que hay que extraer de la tragedia causada por la propagación del Covid-19, sobre sus consecuencias para hoy y para el futuro próximo de nuestras sociedades.

Repensar el modelo de desarrollo
Lecciones que han hecho surgir una doble conciencia: "por un lado, la interdependencia entre todos y por otro la presencia de fuertes desigualdades. Todos estamos a merced de la misma tormenta, pero en un cierto sentido, se puede decir, que remamos en barcos diferentes, los más frágiles se están hundiendo cada día”. “Es esencial repensar el modelo de desarrollo de todo el planeta", dice el documento, que retoma la reflexión ya iniciada con la Nota del 30 de marzo de 2020 (Pandemia y Fraternidad Universal), continuada con la Nota del 22 de julio de 2020 (La Humana Communitas en la era de la Pandemia. Consideraciones intempestivas sobre el renacimiento de la vida) y con el documento conjunto con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (Vacuna para todos. 20 puntos para un mundo más justo y sano) del 28 de diciembre de 2020. La intención es proponer el camino de la Iglesia, maestra de humanidad, a un mundo cambiado por Covid-19, a mujeres y hombres en busca de sentido y esperanza para sus vidas.

Covid-19 y las personas mayores
Durante la primera oleada de la pandemia, una parte sustancial de las muertes por Covid-19 se produjo en instituciones para ancianos, lugares que se suponía que debían proteger a los más frágiles de la sociedad y en los que, en cambio, la muerte golpeó desproporcionadamente más que en el hogar y el entorno familiar.

“Lo que ha sucedido durante la pandemia deCOVID-19 nos impide resolver la cuestión de la atención a los ancianos con la búsqueda de chivos expiatorios, de culpables individuales y, por otro lado, de levantar un coro en defensa de los excelentes resultados de los que evitaron el contagio en las residencias. Necesitamos una nueva visión, un nuevo paradigma que permita a la sociedad cuidar de los ancianos”.

Dos mil millones de personas mayores de 60 años en 2050
El documento del PAV subraya que “bajo el perfil estadístico-sociológico, los hombres y las mujeres tienen en general, hoy en día, una más larga esperanza de vida”. “Esta gran transformación demográfica representa, efectivamente, un gran desafío cultural, antropológico y económico". Según datos de la Organización Mundial de la Salud, - se lee en el documento - en 2050 en el mundo habrá dos mil millones de personas mayores de sesenta años, es decir, una de cada cinco será anciana. Así pues, “es esencial hacer que nuestras ciudades sean lugares inclusivos y acogedores para la vida de los ancianos y, en general, para la fragilidad en todas sus expresiones”.

Ser mayor es un don de Dios
En nuestra sociedad suele prevalecer la idea de la vejez como una edad infeliz, entendida solamente como la edad de los cuidados, de la necesidad y de los gastos para tratamientos médicos. “Llegar a anciano es un don de Dios y un enorme recurso, un logro que hay que salvaguardar con cuidado”, dice el documento, “incluso cuando la enfermedad llega a discapacitar y surge la necesidad de una atención integrada y de alta calidad”. “Y es innegable que la pandemia ha reforzado en todos nosotros la conciencia de que la ‘riqueza de los años’ es un tesoro que debe ser valorado y protegido”.

Un nuevo modelo para los más frágiles
En cuanto a la asistencia, la Pav indica un nuevo modelo, sobre todo para los más frágiles, inspirado sobre todo en la persona: la aplicación de este principio implica una intervención organizada a diferentes niveles, que realiza un continuum asistencial entre el propio hogar y algunos servicios externos, sin cesuras traumáticas, no aptas a la fragilidad del envejecimiento, especifica el documento, observando que “las residencias de ancianos deberían recalificarse en un continuum sociosanitario, es decir, ofrecer algunos de sus servicios directamente en los hogares de los ancianos: hospitalización a domicilio, atención a la persona individualmente con respuestas de atención moduladas en función de las necesidades personales a baja o alta intensidad, donde la atención sociosanitaria integrada y la domiciliación sigan siendo el eje de un nuevo y moderno paradigma”. Se espera reinventar una red más amplia de solidaridad “no necesaria y exclusivamente basada en lazos de sangre, sino articulada según la pertenencia, la amistad, el sentimiento común, la generosidad recíproca para responder a las necesidades de los demás”.

El encuentro entre generaciones
En cuanto a la confrontación con los jóvenes, el documento evoca un "encuentro" que puede aportar al tejido social “Esa nueva linfa de humanismo que haría que la sociedad estuviese más unida”. Varias veces el Papa Francisco ha instado a los jóvenes a ayudar a sus abuelos, recuerda el documento, que también subraya que “el hombre que envejece no se acerca al final, sino al misterio de la eternidad” y, para comprenderlo, “necesita acercarse a Dios y vivir en relación con Él”. De ahí que sea una “tarea de caridad en la Iglesia” el “cuidar la espiritualidad de los ancianos, su necesidad de intimidad con Cristo y de compartir su fe”. El documento deja claro que "Es solamente gracias a los ancianos que los jóvenes pueden redescubrir sus raíces, y sólo gracias a los jóvenes que los ancianos recuperan la capacidad de soñar”.

La fragilidad como enseñanza
También es valioso el testimonio que pueden dar los ancianos con su fragilidad. “Se puede leer como un “magisterio”, una enseñanza de vida", señala la reflexión, y aclara que " La vejez también debe ser entendida en este horizonte espiritual: es la edad particularmente propicia al abandono en Dios”: “a medida que el cuerpo se debilita, la vitalidad psíquica, la memoria y la mente disminuyen, la dependencia de la persona humana a Dios se hace cada vez más evidente”.

El punto de inflexión cultural
Por último, un llamamiento: “Toda la sociedad civil, la Iglesia y las diversas tradiciones religiosas, el mundo de la cultura, de la escuela, del voluntariado, de las artes escénicas, de la economía y de las comunicaciones sociales deben sentir la responsabilidad de sugerir y apoyar -en el marco de esta revolución copernicana-nuevas e incisivas medidas que permitan acompañar y cuidar a los ancianos en contextos familiares, en sus propias casas y, en todo caso, en entornos domésticos que se asemejen más a los hogares que a los hospitales. Este es un cambio cultural que debe ser implementado”.

Monseñor Paglia: revisión seria del sistema de asistencia a ancianos
En la rueda de prensa de presentación de la Nota de la Academia Pontificia para la Vida sobre La vejez, nuestro futuro, se invitó a aprovechar, en el desastre de la pandemia, la oportunidad de reforzar los lazos entre generaciones, teniendo en cuenta que los ancianos han dado un enorme tributo de vidas en el último año. La esperanza de que las indicaciones del Documento sean escuchadas también por los gobiernos y el anuncio de otras dos Notas PAV, sobre los niños y los discapacitados.

Fuente: Vatican News
Vaticano, 09-02-2021

La "sombra" de Dios Padre

Sacerdote explica por qué llaman a San José la “sombra” de Dios Padre


Transcribimos la mayoría del texto del artículo de DIEGO LÓPEZ MARINA en ACI Prensa, para nuestra pastoral de familia y de las personas mayores:

"El sacerdote argentino Leandro Bonnin, autor de numerosos libros de espiritualidad católica, profundizó en la carta apostólica Patris corde para explicar por qué San José, padre adoptivo de Jesús, fue un “padre en la sombra” o la “sombra de Dios Padre”.

El martes 8 de diciembre de 2020 el Papa Francisco publicó su carta apostólica Patris corde, con la que convocó el Año de San José para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus del Beato Pío IX, que declaró al padre adoptivo de Jesús patrono de la Iglesia universal.

“José es un ícono visible, humano, sensible, del amor infinito que desde toda la eternidad Jesús recibe del Eterno Padre.

Lógicamente no puede igualar a la Primera Persona de la Trinidad en su infinitud, pero sí puede encarnar –a modo humano– sus atributos y perfecciones, a través de su fuerza serena que protege, de su amor fiel que inspira seguridad, de su bondad sobreabundante que estimula al bien”.

El presbítero de la Arquidiócesis de Paraná (Argentina) indicó que en las Sagradas Escrituras “la sombra evoca protección del sol abrasador del desierto, y por eso es una imagen de una presencia constante que acompaña a todas partes protegiendo de todo aquello que puede dañar y perjudicar”.

En el caso de San José, su misión fue “custodiar al Niño y a su Madre”. Él “era fuerza en el silencio que tutelaba los inicios de la Redención, transcurrida en la fragilidad y vulnerabilidad”.

San José no buscó protagonismo y se mantuvo en la “sombra”. El sacerdote argentino apuntó que el Papa Francisco quiso subrayar “cómo José es capaz de resistir la tentación de ‘vivir la vida de su hijo’ y, por el contrario, ejerce su paternidad en un gran respeto por su libertad y su propia misión”.

José “fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentralizarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida”, fueron las palabras del Papa en Patris corde.

Para el P. Bonnin es “particularmente interesante –y hasta novedosa– la manera en que Francisco habla de la castidad de José”, una virtud que considera necesaria para tener la humildad que lo llevó a estar en la “sombra”.

“Esta virtud –cuando se la entiende unida a la caridad, forma de todas las virtudes– permite a las personas amar ordenadamente, sanamente, con un cariño que no genera dependencia y que no busca jamás dominar. Juan Pablo II solía enseñar que lo contrario al amor es el uso, y la castidad preserva –justamente– del riesgo de ‘usar a los otros’ como objetos a través de los cuales yo mismo me ‘promociono’ y ‘autoexalto’”, reflexionó al respecto.  

A la luz de esa reflexión, señala el sacerdote, “podríamos decir que el momento en que Jesús a los 12 años se queda en el Templo de Jerusalén es un inmenso dolor para San José –imaginemos su angustia al buscarlo–, pero al mismo tiempo es la máxima satisfacción que experimentó como padre”.

“La madurez de su Hijo para descubrir y abrazar su propia misión (‘ocuparme de los asuntos de mi Padre’) era la mejor ‘medalla’ que José podía recibir como reconocimiento de su tarea educativa”, añadió.

San José ama de forma ordenada desde la “sombra”.

El P. Bonnin recuerda que en el punto siete de la carta, el Papa Francisco denuncia que en la actualidad hay una “incapacidad de amar de manera ordenada”, debido a una “actitud narcisista que prácticamente hace que las relaciones humanas se desfiguren en relaciones de poder”.

“La reflexión sobre la castidad que permite un amor ordenado –ni dominante ni dependiente, sino de auténtica afirmación del otro en su libre originalidad– es un antídoto necesario para las tendencias culturales que hoy podrían afectar a muchos cristianos”, afirmó.

A diferencia de cómo actuó José frente a Jesús y María, el sacerdote argentino teme que los padres de familia podrían dejarse llevar por el “narcisismo”, lo que podría “llevarlos a desentenderse de la crianza de sus hijos para abocarse a sus propios proyectos personales de estudio o trabajo; pero también podría generar un modo de relacionarse con ellos en que se busque ‘promover’ al hijo como si fuera una realización más en su currículum”.

“No sería un buen ‘padre’ quien impusiera a sus hijos sus propios sueños –incumplidos– o quisiera modelarlos exactamente a su ‘imagen y semejanza’, como una prolongación suya, en desmedro de su identidad original”, comentó.

También dijo que tentaciones muy parecidas “aparecen en la vida sacerdotal y consagrada”, y por ello, “es elocuente que el Santo Padre al hablar de paternidad ‘en la sombra’ mencione explícitamente a los sacerdotes y obispos”.

La relación entre San José, Jesús y María:

El P. Bonnin aseguró que “José era bello, tanto en el cuerpo como en el alma”.

“Seguramente era un hombre lleno de virilidad, que emanaba fuerza y engendraba respeto y admiración, pero no miedo. Su fuerza era la de un impetuoso río que nunca se salió de su cauce en violencia o prepotencia, sino que siempre ‘dio vida’ a su paso: a la Madre, al Niño y a todos los que lo conocían”, señaló.

En ese contexto, cree que “es totalmente legítimo pensar que María Santísima estaba completamente cautivada por la belleza del corazón de José, y que su amor virginal de esposa y de hermana era de una intensidad y una pureza muy similar a la de los orígenes”.

“La feminidad de María se hacía cada vez más nítida y bella en la relación armoniosa con la masculinidad de José, renovándose en ellos dos el designio original del Creador”, sostuvo el presbítero.

Por otro lado, el sacerdote argentino señala que “el Niño Jesús admiraba profundamente a su padre José, lo amaba con tierno cariño, disfrutaba cada minuto vivido junto a Él”.

“Jesús aprendió a ser varón contemplando e interactuando con su padre, jugando con él, usando las herramientas de trabajo, aprendiendo a ser hijo, esposo y padre en su íntimo contacto”, dijo.

Y agregó: “¡Cómo habrán extrañado ambos a José luego de su muerte! Es probable que su recuerdo habitó sus corazones hasta el día de su subida al Cielo, y que en la eternidad ambos –Jesús y María– canten al Padre con gratitud por habérselos dado en su Sagrada Familia”.

Al final de su misiva, el P. Bonnin aseguró que en la historia de la Sagrada Familia “se cumple al pie la ley del Evangelio”:

“El que se exalta será humillado, el que se humilla será exaltado”.

“José eligió la suprema humildad, y por ello fue tenido en la máxima consideración por su Esposa e Hijo, quienes lo consultaban para todo, se apoyaban en él, lo requerían continuamente”, acotó.

“En ellos descubrimos la restauración del vínculo sano y ordenado entre varones y mujeres y entre padres e hijos. En ellos se manifiesta la fuerza transformadora de la gracia, que ‘hace nuevas todas las cosas’ y permite que también cada familia pueda soñar con la felicidad”, concluyó."

Formación de Multiplicadores de Ternura y Buen Trato

 

Formación de Multiplicadores de Ternura y Buen Trato

Las siguientes entidades se han unido en el Programa Centralidad de la Niñez y han ofrecido un curso de formación de multiplicadores de ternura y buen trato a través de la plataforma de formación e-learning del CELAM en el CEBITEPAL:

Como muchas personas y movimientos fuimos invitados a participar en este curso y varios de nosotros en Vida Ascendente Colombia y en Vida Ascendente América  Latina y Caribe fuimos seleccionados y ya tuvimos dos sesiones en directo, una para adiestrarnos en el manejo de la plataforma y otra ya de contenidos del módulo de ternura. 

Agradecemos a esta Alianza al servicio de la niñez y de la sociedad latinoamericana y caribeña, que encontramos dentro de nuestros propósitos como Movimiento y los de la Jornada del cuarto domingo de julio instituida por el Papa Francisco para celebrar los principios y valores propios de la promoción humana desde el origen hasta la culminación de cada vida.